Tan solo del 30%

Escasa participación en las primeras elecciones para "patriotas" en Hong Kong

La Asamblea Nacional Popular o Parlamento chino aprobó en marzo una reforma legal para restringir los requisitos para poder concurrir a los comicios

Hong Kong

Hong Kong / Efe

Adrián Foncillas

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En deporte se hablaría de una victoria por incomparecencia del rival. Las primeras elecciones tras la reforma "patriótica" en Hong Kong dieron el previsible y aplastante triunfo al bando progubernamental pero lo que se ventilaba era el interés del pueblo por una convocatoria afeitada. Los números son irrebatibles: la participación del 30% es la más baja desde que el territorio regresó tres décadas atrás a la madre patria y apenas la mitad de las últimas elecciones. La interpretación de los resultados electorales, a menudo una ciencia difusa, arroja esta vez una conclusión sólida: el desprecio de buena parte de los hongkoneses por los candidatos y el nuevo sistema electoral.

Fracasaron los ímprobos esfuerzos del Gobierno. La gratuidad del transporte público con la que buscaba que los hongkoneses acudieran a las urnas acabó llenando las playas. Tampoco hubo aglomeraciones en las que habían colocado en los límites del territorio para que se acercaran los hongkoneses que viven en la China continental. Venció la desmovilización y las llamadas al boicot desde las filas antigubernamentales.

La Asamblea Nacional Popular o Parlamento chino aprobó en marzo una reforma legal para que sólo los "patriotas" se sentaran en el hemiciclo hongkonés. En la práctica es una carrera de obstáculos que incluye filtrados para descartar a los candidatos que los gobiernos de Pekín o Hong Kong consideran hostiles. El número de asientos reservados a elección directa bajó de los 35 a los 20. El Comité Electoral y organizaciones económicas y empresariales, con una inclinación natural a Pekín porque de la afinidad dependen los balances contables, se encargan del resto.

Desmovilización

Las fuerzas progubernamentales se han hecho con esos 20 asientos. Sólo 11 candidatos centristas o moderados, con unos niveles de crítica digeribles para Pekín, participaron en los comicios, pero les castigó la desmovilización. Las imágenes de los colegios electorales muestran a muchos hongkoneses de edad provecta, el sector social más inclinado al Gobierno. "Nunca me ha interesado la política y la reforma aún me ha alejado más. No hay candidatos ideales, ni confianza, ni democracia real. Pasé el domingo de compras y aún no he mirado los resultados", señala por teléfono Kaylan, empresaria treintañera.

Las elecciones al Parlamento estaban programadas el pasado año pero la pandemia las pospuso. El ambiente político se parece poco al de 18 meses atrás. La nueva Ley de Seguridad Nacional, cocinada y servida desde Pekín, ha aconsejado el exilio a algunos de los parlamentarios y activistas. Otros, como el célebre Joshua Wong, están en la cárcel. Jimmy Lai, el magnate de prensa, encadena condenas y su diario 'Apple Daily', pertinaz martillo antigubernamental, bajó la persiana.  

Hong Kong nunca ha disfrutado de la democracia. China aprobó un sistema para elegir al jefe ejecutivo muy alejado del sufragio universal pero infinitamente más democrático que el que habían dejado los británicos. El Parlamento, aun con todas las cortapisas, fue un espacio de debate que representaba a una sociedad tan variada como dinámica.

Protestas populares

La ofensiva legal extraordinaria respondió a un cuadro no menos extraordinario. Las violentas protestas devastaron Hong Kong y hundieron su economía durante 2019 con el apoyo entusiasta de las bancadas autocalificadas de prodemocráticas y ninguna condena ni siquiera a las agresiones más atroces de los manifestantes. Entre los planes de sus representantes figuraba sabotear cualquier acción de Carrie Lam, la jefa ejecutiva, y llevar el territorio al bloqueo si alcanzaban la mayoría en las elecciones. Y en ese contexto, con la excepción hongkonesa que había derivado en el caos en las calles y el parlamento, China mandó parar.

"El mejorado sistema electoral asegura el desarrollo de la democracia en Hong Kong y apuntala las condiciones favorables necesarias para la elección por sufragio universal del jefe ejecutivo", rezaba esta mañana un documento del Consejo de Estado. "El Gobierno central continuará mejorando la democracia en Hong Kong de acuerdo a sus realidades", continuaba. "Hong Kong, envuelta en el entusiasmo electoral", había titulado el diario 'China Daily' su crónica de la víspera.