Discurso en la Eurocámara

La opositora exiliada Tijanóvskaya pide a la UE más mano dura contra Lukashenko

La disidente dice que Bruselas no "solo puede hacer declaraciones" sino "pasar a los hechos"

Las galardonada con el premio Sajarov dice que hay que imponer más sanciones al régimen de Minsk

opositora bielorrusa Svetlana Tikhanovskaya en la eurocamara

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Efe

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La líder opositora bielorrusa en el exilio, Svetlana Tijanóvskaya, instó este miércoles a la Unión Europea (UE) a pasar "de las palabras a los hechos" y ser "más proactiva" en su apoyo a la democracia en Bielorrusia. "Europa nos ha apoyado", pero "no solo puede hacer declaraciones, sino que también tiene que pasar a los hechos", declaró Tijanóvskaya durante una intervención ante el pleno del Parlamento Europeo, en el que participó invitada por el presidente de la institución, David Sassoli.

La opositora, exiliada de su país desde que el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, renovó su victoria en unas elecciones que la UE y Occidente no han reconocido, llamó a la acción urgente por la situación en la que se encuentran 882 presos políticos encarcelados por el régimen, más que diputados tiene el Parlamento Europeo. "Si los invitáramos, no habría suficientemente espacio en esta cámara", ejemplificó.

Tijanóvskaya, que fue galardonada junto con otros líderes de la oposición democrática bielorrusa en 2020 con el premio Sájarov que concede el Parlamento Europeo a la libertad de conciencia, mostró agradecimiento a la UE por su apoyo contra Lukashenko, pero consideró que debe superar los "intereses nacionales" que evitan mayor firmeza contra el régimen bielorruso. Así, subrayó que la Unión no "reaccionó" significativamente hasta que Minsk obligó a aterrizar a un vuelo de Ryanair para arrestar a un opositor que iba en él y en el que también viajaban ciudadanos comunitarios.

También aludió a que la UE ha mostrado su "preocupación" ante el uso por parte del régimen de migrantes en la frontera con Polonia, Lituania y Letonia para ejercer presión sobre Bruselas, pero recalcó que además hay "9 millones de bielorrusos que siguen siendo rehenes" de Lukashenko.

"La crisis bielorrusa está mucho más cerca de lo que pensamos. Los bielorrusos no están seguros ni en su país ni fuera de él, y tampoco lo están los demás europeos", aseguró, y apuntó que el propio régimen ha amenazado incluso con una posible "catástrofe nuclear" como consecuencia de las tensiones con Europa.

Combatir al régimen como a un virus

Tijanóvskaya hizo hincapié en que para combatir a Lukashenko se puede utilizar la misma estrategia que contra un virus: aislar, tratar y sanar. Abogó en especial por aislar al régimen no reconociéndolo, evitando recibir a sus embajadores, y llamando en su lugar a las fuerzas democráticas del país para participar en citas como la cumbre de la Asociación Oriental que se celebra en Bruselas en diciembre entre los líderes de la UE y varias repúblicas exsoviéticas.

Igualmente, insistió en que el tratamiento debe basarse en aplicar un firme régimen de sanciones. La UE está preparando una quinta ronda de medidas restrictivas contra Bielorrusia que van más allá de la represión interna tras las últimas elecciones y que, por primera vez, están enfocadas en los responsables del uso de migrantes en la frontera exterior europea, cuyos intentos por entrar en la Unión de forma irregular asegura que están orquestados desde Minsk.

"Les garantizo que funcionan, sigan aplicando sanciones coherentes, porque dividen a las elites, perturban a los regímenes corruptos. Nadie quiere la responsabilidad de los delitos del régimen", destacó Tijanóvskaya, quien pidió asimismo que los grupos de presión "no puedan bloquear" las medidas restrictivas.

La opositora, que tiene a su marido entre los prisioneros políticos del régimen, solicitó además apoyo extraordinario para los bielorrusos que han salido de su país, los "expulsados temporales", que necesitan permisos de residencia.

Se acaba el tiempo

Para Tijanóvskaya, la UE no puede quedarse en declaraciones de "gran preocupación" sobre lo que está ocurriendo en Bielorrusia. Afirmó que los bielorrusos miden el tiempo en "lágrimas" mientras aguardan noticias sobre sus seres queridos encarcelados, en "sudor" mientras el régimen les obliga a trabajar sin derechos, en "ansiedad" por el temor diario a ser arrestados, y en "horas extra y minutos sin dormir" los sanitarios enfrentados a una pandemia que el régimen ha "despreciado".

"¿Consideran que sus declaraciones de profunda preocupación les dan algo de esperanza?", preguntó a los eurodiputados la opositora, quien agregó que "Europa debe tener el valor de tomar medidas ahora, no tenemos otro año más".

Sassoli, por su parte, consideró a Tijanóvskaya un "símbolo de la lucha por la democracia y la libertad y una voz para muchos presos políticos actualmente encarcelados en Bielorrusia". Lamentó que más de un año después de las últimas elecciones presidenciales Bielorrusia siga "violando los derechos de sus ciudadanos y ciudadanas, silenciando a la sociedad civil y utilizando la represión como arma cada día".