Exclusiva de 'Financial Times'

China abruma a EEUU con un misil que da la vuelta al mundo

El artefacto, hipersónico y maniobrable, fue lanzado en secreto en agosto y pone en entredicho las defensas de Estados Unidos

Misil Chino

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El Periódico

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China lanzó en secreto el pasado mes de agosto un misil hipersónico capaz de transportar armamento nuclear y logró que diera una vuelta completa a la Tierra, según una exclusiva mundial publicada por ‘Financial Times’. El misil no impacto contra el blanco previsto. Se desvió unos 38 kilómetros del objetivo. Era, que se sepa, un primer ensayo. Pero este nuevo ingenio armamentístico sí dio en el centro de otra diana, incluso más valiosa. La prueba ha causado una gigantesca sorpresa en la cúpula militar de Estados Unidos, no tanto porque no fuera capaz de detectar el lanzamiento, sino por descubrir con hechos consumados de que China ha alcanzado un inimaginado grado de desarrollo tecnológico en materia de misiles hispersónicos.

El revuelo es mayúsculo, apunta el diario estadounidense. China puso en órbita el planeador hipersónico a través de un sistema conocido, un cohete Long March 2C, cuya uso es frecuente para otro tipo de misiones. La Academia de Tecnología de Vehículos de Lanzamiento de China informó el pasado 19 de julio de que había despegado en esa fecha el cohete número 77 de ese programa. El 24 de agosto anunció que había realizado con éxito el lanzamiento número 79. Fue el 78 el que se ocultó al mundo. A bordo de esa nave iba el misil hipersónico, un proyecto que a corto o medio plazo puede trastocar el equilibrio militar mundial.

El arma fue puesta en órbita a bordo de un cohete Long March sin que la inteligencia de Estados Unidos tuviera el más mínimo indicio del ensayo

Los misiles hipersónicos no son, a pesar de lo que su nombre pueda inducir a pensar, las armas más veloces de un posible arsenal militar. Navegan a cinco veces la velocidad del sonido, es decir, son más lentos que un misil balístico convencional, pero su gran ‘virtud’ es que no siguen una trayectoria parabólica. Pueden ser pilotados a distancia. Pueden maniobrar. Según Taylor Fravel, uno de los expertos consultados por ‘Financial Times’, esa diferencia convierte en obsoletos los sistema de defensa antimisiles de Estados Unidos, diseñados para interceptar las parábolas de los misiles balísticos convencionales.

Otras fuentes consultadas por el diario añaden otro terror para los responsables de la defensa militar de Estados Unidos. Una vez demostrado que el planeador hipersónico es capaz de dar una vuelta completa al mundo, un arma de estas características podría sobrevolar el Polo Sur para alcanzar después Norteamérica, justo cuando el sistema antimisiles de Estados Unidos está concebido, por razones geoestratégicas, para blindar el Polo Norte.

Salvando las distancias, la sorpresa y humillación en Estados Unidos rememora el primer vuelo del Sputnik en 1957, del que Washington se enteró por Radio Moscú

Sobre la conmoción que ha causado este nuevo episodio de la carrera armamentista, China apenas ha querido comentar nada al respecto. No ha presumido, cual Corea del Norte, de su capacidad balística. Tan solo Liu Peng Yu, en su calidad de portavoz oficial, ha recordado que la política militar de China es de “naturaleza defensiva” y que su desarrollo no tiene como blanco ningún páis en concreto. Según Liu, es Estados Unidos el país que frecuentemente utiliza la pujanza económica de China para justificar su permanente desarrollo de nuevas armas, entre ellas las hipersónicas, una carrera en la que participan también Rusia y, como mínimo, cinco países más. La novedad es que China les ha dejado boquiabiertos.

Lo sucedido el pasado agosto recuerda, salvando las distancias, lo sucedido el 1 de octubre de 1957, cuando Radio Moscú informó a la población soviética sobre qué frecuencia debían sintonizar en sus radios para escuchar el ‘bip bip’ que emitía el primer satélite Sputnik. El revuelo en Estados Unidos fue monumental. Fue una humillación, tanto que llegó a decirse que la campaña electoral de las presidenciales de 1960, en las que John F. Kennedy accedió al cargo, comenzó literalmente en el espacio.

Como un ovni

En aquella ocasión, el antagonista en la escena mundial era muy claro. Era la Unión Soviética, de la que hasta entonces se menospreciaba su capacidad tecnológica. Con el tiempo, como se sabe, Washington y Moscú tuvieron que establecer acuerdos para equilibrar sus fuerzas nucleares, algo que no sucede con China, que no está sujeta a ningún tipo de control en su progresión armamentística. De hecho, la inteligencia estadounidense expresó recientemente su alarma por el hecho de que los satélites de vigilancia detectara la construcción de cómo mínimo 200 silos de lanzamiento de misiles intercontinentales en suelo chino, pero el caso del planeador hipersónico va mucho más allá. A su manera, pone sobre la mesa de nuevo el interesante debate que se suscitó tras la desclasificación el pasado junio de los expedientes sobre ovnis. En algunos casos, los científicos admiten no tener respuesta para explicar qué son algunos de los objetos avistados. La cultura popular tienen a abrir la puerta a que se trate de naves extraterrestres, pero la respuesta más factibles para los expertos militares estadounidenses, y la que más les inquieta, es que se trata de tecnología de otras potencias mundiales.