En junio

Los expedientes desclasificados sobre ovnis llegan al Congreso de EEUU

El Pentágono tendrá que hacer público en las próximas semanas su informe sobre actividades clasificadas en torno a fenómenos voladores no identificados en EEUU

El mismo ex presidente Obama ha hablado del tema

Un ovni

Un ovni

Carol Álvarez

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El USS Nimitz es un portaaviones de la Armada estadounidense, pero su nombre ha quedado estrechamente vinculado a los fenómenos de difícil explicación por un incidente de 2004 que, desde entonces, tiene al Pentágono enfrascado en una investigación semi secreta. Uno de sus pilotos sobrevolaba la costa de San Diego cuando le sorprendió una luz en forma de objeto con una trayectoria extraña, que en algunos momentos hasta parecía mimetizar el movimiento del avión. El episodio, inexplicable entonces, fue comentado por la línea interna de radio de los pilotos, y fue muy difícil luego negar la evidencia de que algo extraño había sucedido una vez hubieron aterrizado los protagonistas. Algo había pasado, otra cosa sería decir que aquello fue un avistamiento de un objeto volador no identificado. 

Los fenómenos voladores no identificados

Para empezar, las autoridades de EEUU prefieren denominar estos acontecimientos aún sin explicación como Fenómenos voladores no identificados, no “objetos”. Ese ha sido su primer paso para empezar a abordar las múltiples incógnitas e interrogantes que despiertan sin parecer un conspiranoico o hundir el crédito profesional de quienes acaban salpicados por la investigación de estos hechos.

El incidente del USS Nimitz, como se conoce, corrió como la pólvora entre los círculos de la Marina, y las bromas y las risas en torno al supuesto OVNI fueron encajados con humor por los testigos de aquel acontecimientos, tal y como revelaron recientemente en un documental emitido en prime time en la CBS norteamericana. De hecho, la emisión de un vídeo que recogía las imágenes captadas aquella noche del 14 de noviembre de 2004 y que había sido compartido entre tripulantes y personal de la base estadounidense también ha supuesto un hito al romper la cadena de televisión la barrera de lo que tradicionalmente se ha considerado tema de conversación serio. Una de las pilotos implicadas en la investigación, Alex Dietrich, ha dado estos días hasta una entrevista al Washington Post y ha abierto una cuenta de Twitter para revelar públicamente su experiencia  de hace dos décadas y acabar, como ella misma dice, con el estigma de no poder hablar de ello si no quieres que te tachen de iluminado. “No estoy sola en esto”, vino a decir, y se sumó al hashtag #UFOTwitter.

El avistamiento de las Canarias

En los años 70 y 80, los supuestos avistamientos de ovnis eran tema de conversación en España. También estaban ligados a los cuerpos militares, a bases aéreas en lugares apartados, y se abrieron igualmente expedientes para recoger la información en torno a los fenómenos inexplicables que de vez en cuando irrumpían en los días. Entre ellos el conocido como 'Expediente Ovni', una investigación realizada por el Ejército del Aire respecto a un supuesto avistamiento en 1976 en las Canarias por parte de una corbeta militar y con numerosos testigos de la zona que plantearon hasta haber visto "dos siluetas" en el interior del objeto, con distintos colores, y que obligó al juez, forense y distintos profesionales a desplegar sus pesquisas entre testigos y teorías científicas posibles. Llegaron a descartar las auroras boreales, en la investigación, y en 1994 la investigación se archivó "después de analizar todas las posibles causas lógicas del fenómeno sin poder encajarlo en ninguna de ellas" catalogándolo como un F.A.N.I. (Fenómeno aéreo no identificado).

Observatorios astronómicos

Los avances tecnológicos han ayudado con el tiempo a disipar dudas sobre muchos de los fenómenos que atraviesan el cielo, desde el control milimetrado de dónde y cuándo se producirán lluvias de estrellas, hasta la detección de bólidos, estos últimos meses muy frecuentes sobre España, como los fragmentos de asteroide que hemos visto en Catalunya o los que cruzaron Andalucía en marzo pasado a 100.000 kilómetros por hora. 

En todo caso, es EEUU donde se ha invertido un dineral, más de 22 millones de dólares en fondos para el Pentágono para desplegar el  Programa de Identificación de Amenazas Aeroespaciales Avanzadas, controvertida desde su génesis y que solo mantuvo su actividad, agazapada, aferrándose al pretexto de que era esencial para la defensa ante posibles complots e invasiones de países extranjeros enemigos. 

Toda esta actividad soterrada saldrá a la luz en junio en una comisión en el Congreso, donde el secretario de Defensa tendrá que presentar públicamente un informe sobre todo lo que el Pentágono ha investigado acerca de estos fenómenos, conclusiones (si las hay) y los resultados de los numerosos interrogatorios a testigos en los distintos episodios registrados en EEUU.

Vídeo de ovnis verificado por la Marina de EEUU

'Gimbal'. Vídeo de ovnis reconocidos por la Marina de Estados Unidos. / periodico

El Gobierno de Joe Biden tiene ante sí unas semanas de fiebre por los ovnis, heredada de la Administración Trump, que fue quien rubricó la desclasificación de estos documentos al formar parte del paquete global de Inteligencia afectado por la decisión. Su predecesor, Barack Obama, ya tuvo que tomar cartas en el asunto cuando en 2017 se filtraron en redes sociales capturas de 2 vídeos tomados por pilotos del Ejército que mostraban el recorrido inquietante de haces de luz en el cielo, y que formaban parte de las investigaciones en curso. También se difundió entonces el vídeo del USS Nimitz. Obama entonces reconoció que Defensa conserva grabaciones de “objetos en el cielo que no sabemos exactamente que son, de los que no podemos explicar cómo se movían ni su trayectoria porque escapan a un patrón razonable”.

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