Marcha multitudinaria

La izquierda italiana exhibe músculo con una manifestación masiva contra el fascismo

Los participantes condenan el violento asalto contra la sede del sindicato CGIL y piden la ilegalización de las organizaciones neofascistas

Manifestación en toma tras el ataque fascistas al sindicato mayoritario de Italia

Manifestación en toma tras el ataque fascistas al sindicato mayoritario de Italia / RICCARDO ANTIMIANI

Irene Savio

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"Nunca más fascismo". La frase perentoria era uno de los eslóganes que podían leerse este sábado en la plaza San Juan de Letrán de Roma, donde miles de personas -100.000, según los organizadores- se concentraron para condenar el violento asalto de hace una semana contra la sede romana del CGIL, el principal sindicato del país -históricamente vinculado a la izquierda italiana-, que fue atacado por grupos de antivacunas y de extrema derecha en una protesta contra el pasaporte covid.

La manifestación, una de las mayores desde que estalló la pandemia, se celebró a unas horas de la segunda vuelta de las elecciones municipales que se celebran este domingo y lunes en Italia. Pero el ambiente trasmitía mucho más que el clima de una vigilia electoral. Aplausos. Cantos de 'Bella Ciao'. Numerosos sindicalistas -muchos del sector de la metalurgia-, y políticos de izquierda, pero también activistas, colectivos de migrantes y sobre todo ciudadanos de a pie. Muchos venidos de distintas ciudades italianas en trenes y 800 autobuses fletados para la ocasión. Para denunciar el ataque, pero también para condenar el fascismo y pedir ayuda para los miles de trabajadores afectados por la crisis económica.

La nueva resistencia

"El ataque contra la CGIL ha sido un ataque a la dignidad del país", dijo el líder del gremio, Maurizio Landini. "Hemos venido a defender la democracia en nuestro país y en toda Europa", continuó. "Es necesario que las organizaciones fascistas sean disueltas ya", añadió Luigi Sbarra, jefe del sindicato democristiano CISL, al subrayar una solicitud hecha por la izquierda y que ahora está siendo estudiada por el propio Gobierno de Mario Draghi. "En esta plaza está la nueva resistencia", opinó Pierpaolo Bombardieri, líder de UIL, el tercer gran sindicato organizador de la manifestación.

Algunos manifestantes llevaban la bandera de la Unión Europea. Los menos, la italiana. "Con los fascistas no hablamos desde el 25 de abril de 1945", se leía en otra pancarta, en referencia al día de conmemoración del final de la Segunda Guerra Mundial y el fin de la ocupación nazi-fascista de Italia. Y no hubo presencia de los partidos de derecha, los ultras de la Liga y Hermanos de Italia, ni de Forza Italia. Sí de los líderes del progresista Partido Democrático (PD) y del jefe del Movimiento 5 Estrellas (M5S), Giuseppe Conte. Distinto era el clima en Milán, donde un día más hubo una protesta de los detractores del pasaporte covid.