Auge yihadista

Un ataque islamista deja 30 muertos en el Congo

Las emboscadas se han vuelto más frecuentes en los últimos años pese a los esfuerzos del Ejército congoleño y la misión de paz de la ONU

El Ejército congoleño tiene cada vez más presencia en el norte del país.

El Ejército congoleño tiene cada vez más presencia en el norte del país. / Alexis Huguet / Afp

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El balance de muertos registrados hasta ahora tras el último ataque en la provincia de Ituri, en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC), es de al menos una treintena de muertos. El atentado ha sido atribuido a rebeldes ugandeses islamistas de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), según informa la Agencia Efe.

La incursión de los insurgentes se produjo en la madrugada del sábado al domingo. Inicialmente se confirmaron 14 fallecidos, aunque los residentes de la zona han podido recuperar otros 16 cadáveres. "En total hemos encontrado otros 16 cuerpos de víctimas en la zona boscosa cerca de los campos. Fueron los habitantes de Tshani Tshani y Mapasana que lograron escapar de las manos de los atacantes los que se han puesto ellos mismos a buscar a los suyos. Estaban convencidos de que había otras víctimas", ha explicado Jean Bosco Lalo, coordinador de la sociedad civil en Ituri.

Según este activista, las ADF recurrieron a su modus operandi típico, apoyándose principalmente en armas blancas para matar a sus víctimas. "Hay marcas de machetes sobre los cuerpos de las víctimas. Otros fueron asesinados con disparos de bala", señaló Jean Bosco Lalo. El ataque llega después de que el 1 de septiembre al menos cuatro civiles murieran y 60 personas que permanecían secuestradas como rehenes fueran liberadas en la emboscada de las ADF a un convoy de comerciantes en Ituri, a pesar de que iba escoltado por el Ejército y la misión de paz de la ONU en este país (MONUSCO).

Crisis de seguridad

Las ADF empezaron su campaña violenta en 1996 en el oeste de Uganda como respuesta al régimen del presidente ugandés, Yoweri Museveni, al que acusaban de ir en contra de los musulmanes, hasta que el Ejército forzó su repliegue a la frontera con la RDC. Desde allí lanzan incursiones en territorio congoleño, cada vez más frecuentes y virulentas, aprovechando la geografía montañosa de la región, que les permite esconderse de las operaciones militares de los dos países, respaldadas por la MONUSCO, que tiene desplegados a más de 14.000 soldados en la zona.

La agenda de los radicales es difusa, más allá de una posible conexión con el Estado Islámico (EI), que a veces se responsabiliza de algunos de sus ataques. El pasado 15 de agosto, el presidente de la RDC, Félix Tshisekedi, autorizó a las fuerzas especiales de Estados Unidos a ayudar al Ejército congoleño en el combate contra las ADF, un grupo al que Washington considera una "organización terrorista".

Como respuesta a la violencia, Kivu del Norte e Ituri se encuentran en estado de sitio y bajo administración militar desde el pasado 6 de mayo. Según los últimos datos publicados por la herramienta de seguimiento de seguridad Kivu Security Tracker, las ADF han causado desde 2017 más de 980 víctimas por "muerte violenta" en más de 170 ataques, si bien otras organizaciones atribuyen al grupo miles de asesinatos. El noreste de la RDC lleva años sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y ataques de soldados del Ejército, pese a la presencia de la MONUSCO.