Asalto a la democracia

Al menos 38 manifestantes muertos en las protestas contra la junta militar de Birmania

Se trata de la jornada más sangrienta vivida en el país desde el golpe de Estado del 1 de febrero

La enviada especial de ONU ha pedido al Consejo de Seguridad que imponga "duras" sanciones a la junta militar

Los disparos de las fuerzas birmanas dejan al menos 9 manifestantes muertos

Los disparos de las fuerzas birmanas dejan al menos 9 manifestantes muertos. En la foto, médicos atienden a un herido durante la manifestación prodemocrática en Rangún. /

Afp

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Al menos 38 manifestantes prodemocráticos han muerto tiroteados el miércoles en Birmania, donde las fuerzas de seguridad mantienen su represión contra quienes se oponen al golpe de Estado. La cifra de víctimas la ha confirmado la enviada de las Naciones Unidas para Birmania, la suiza Christine Schraner Burgener, que ha hecho un llamamiento a la ONU para que imponga "fuertes" sanciones" a la junta militar que tomó el poder el pasado 1 de febrero. Hoy ha sido la jornada más sangrienta desde la asonada.

"Creo que los Estados miembros tienen que tomar medidas muy duras", ha dicho Burgener a los periodistas. "Tuve una discusión con el ejército y les advertí de que los Estados miembro y el Consejo de Seguridad podrían tomar medidas enormes y fuertes. La respuesta de los militares fue: 'Estamos acostumbrados a las sanciones y hemos sobrevivido a ellas en el pasado'", ha añadido.

Entre los muertos hay cuatro niños. Cientos de manifestantes han sido arrestados, según han informado medios locales. La policía y los soldados abrieron fuego con balas reales sin previo aviso, han explicado los testigos. "Es horrible, es una masacre. No hay palabras para describir la situación", ha dicho a Reuters el activista juvenil Thinzar Shunlei Yi.

Este nuevo derramamiento de sangres se ha producido un día después de que los países vecinos pidieran moderación a los jefes militares que derrocaron al Gobierno electo de Aung San Suu Kyi, desde entonces en prisión. Los ministros de Exteriores de Filipinas, Indonesia, Malasia y Singapur, condenaron el martes el uso de la fuerza letal por parte de las autoridades birmanas para aplacar el movimiento de oposición pacífico surgido tras la sublevación.

Solución dialogada

Los cancilleres, reunidos por videoconferencia durante una sesión informal de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) donde participó el ministro de Exteriores nombrado por la junta militar birmana, Wunna Maung Lwin, reclamaron al Ejército buscar una solución dialogada a la crisis política.

Las manifestaciones en rechazo del golpe de Estado militar han continuado a lo largo del país a pesar de la brutal represión policial, que solo el domingo se cobró la vida de 20 manifestantes, la mayoría a causa de disparos de la policía. El Ejército birmano justificó la toma de poder por un supuesto fraude electoral en los comicios de noviembre, donde observadores internacionales no detectaron ningún amaño y en los que arrasó la Liga Nacional para la Democracia, el partido liderado por Aung San Suu Kyi.

Los manifestantes exigen al Ejército, que gobernó el país con puño de hierro de manera ininterrumpida entre 1962 y 2011, restablecer la democracia, reconocer los resultados de las elecciones de noviembre y la liberación de todos los detenidos por los militares.