Crisis sanitaria

La pandemia agrava la caída estrepitosa de la economía venezolana

El propio Gobierno reconoce el empeoramiento de la situación pero lo atribuye a las sanciones de EEUU

Vista del barrio venezolano José Félix Ribas.

Vista del barrio venezolano José Félix Ribas. / EFE

Abel Gilbert

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"No tengo dudas de que vamos a salir adelante, juntos; el Gobierno Bolivariano con ideales firmes, la oposición democrática y los sectores económicos". El desbordante optimismo del diputado Nicolas Maduro Guerra, hijo del presidente Nicolás Maduro Moros, no parece corresponder con las estimaciones de los especialistas ni la percepción de gran parte de los venezolanos. El Observatorio Venezolano de Finanzas, vinculado a la oposición que no reconoce la autoridad de Maduro, aseguró que el PIB se desplomó un 41,7% durante el último cuatrimestre de 2020.

Los sectores más afectados fueron el financiero (-60%), el sector público (-42%) y el petrolero (-41%). La inflación anual fue de 3.713 %. Alfonso Marquina, quien desempeñó su labor como diputado de la última legislatura encabezada por Juan Guaidó, consideró que el derrumbe de la economía no puede ser solo atribuido a la pandemia, que ha afectado seriamente a la región. "La caída de la actividad económica en Venezuela fue cuatro veces mayor", sostuvo.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) había estimado semanas atrás que la economía venezolana cayó un 30 % en 2020, casi el doble de lo que preveía antes de la pandemia. Las previsiones de este año apuntan a que se desplomaría un 7%.

Para Marquiena y Guaidó, la crisis sin precedentes, que "supera incluso colapsos registrados por países que sufrieron guerras y catástrofes naturales", es consecuencia de las políticas implementadas primero por Hugo Chávez y luego por Maduro. Puso como ejemplo el retroceso del sector petrolero desde 2013, el año que comenzó la era madurista, que cifró en un 82,2%.  Marquina no hizo ninguna referencia a las sanciones impuestas por la Administración de Donald Trump durante los últimos dos años.

Horas bajas para la petrolera estatal

Al presentarse ante la Asamblea Nacional (AN), cuyo control retomó el oficialismo desde la primera semana de enero, Maduro dijo el pasado 5 de enero, que la oposición que había controlado el Parlamento propició las medidas adoptadas por Washington: "Nos han robado más de 43.000 millones de dólares. Esto ha ocasionado un saldo criminal en la vida social del pueblo venezolano". La producción de la petrolera estatal PDVSA, fuente de más del 90% de las exportaciones, fue un 69% menor. A pesar de las adversidades, Maduro se mostró, al igual que su hijo, esperanzado: "estamos llegando casi a un punto de auto abastecimiento y la actividad agrícola se está reinventando".

Días atrás, el Centro de Documentación y Análisis (CENDA) informó que en el mes de diciembre de 2020 la canasta alimentaria para un grupo familiar llegó a costar 218.357.086,27, bolívares, lo que equivale a 204,59 dólares. Para alcanzar esa cifra, se requieren 182 salarios mínimos. El presente año ha comenzado con una inflación galopante: el precio del kilogramo de pollo se incrementó un 52%, por un kilogramo de zanahoria hay que pagar un 14% más, mientras que para el cartón de huevos se necesita un 5% más de dinero.

Buena parte de los venezolanos adquieren sus productos con los dólares que reciben de los familiares que emigraron. El masivo éxodo es uno de los sostenes de la economía maltrecha. La consultora Ecoanalítica ha calculado que las remesas ascendieron a 3.500 millones de dólares en 2019. Pero esos envíos cayeron al menos un 55% el año pasado.

A pesar de la merma de dólares, el mercado se rige por la moneda norteamericana. Según el portal Efecto Cocuyo, el dólar se ha convertido en "el marcador de referencia en comercios de todo tipo en el país". Casi todo se pacta en dólares, desde "las ventas de agua filtrada hasta las grandes cadenas de supermercados". En medio de la pandemia, la mayoría de los restaurantes y hasta los servicios de entrega a domicilio cambiaron sus precios en bolívares a dólares. "Es natural para el cerebro que procese más rápido los precios en dólares que los precios en bolívares. Es más fácil anclarme a uno o dos dólares, que entender una cuenta de 30.557.000 bolívares. Esto permite tomar decisiones más rápidas y, por otro lado, también hay un factor cultural para el venezolano" le dijo Joselyn Quintero, especialista en neurofinanzas, a efecto Cocuyo.