Hungría se desmarca de la UE y opta por adquirir la vacuna china

Hungría se ha convertido en el primer país de la Unión Europea en aprobar la vacuna china Sinopharm contra el covid-19, lo que supone un nuevo desaire del primer ministro, Viktor Orban, a Bruselas. Hace una semana exacta además, Hungría dio luz verde a la vacuna rusa Sputnik V, de la que fueron compradas dos millones de dosis, en medio de las críticas de Budapest por la "lentitud" del proceso llevado a cabo por el Ejecutivo comunitario.

El ministro de Exteriores de Hungría, Perter Szijjarto, ha cifrado en 5 millones el número de dosis adquiridas a China que llegarán al país a lo largo de los próximos cuatro meses y ha dicho que con ellas se vacunarán 2,5 millones de personas, aproximadamente una cuarta parte de la población del país. Szijjarto ha señalado que esperan así poder avanzar en el levantamientos de las restricciones impuestas para frenar la pandemia.

El Gobierno de Budapest ha dado luz verde a la operación tras recibir la aprobación del Instituto Nacional de Farmacia (OGYEI), el regulador de medicamentos del país. La decisión, sin embargo, ha contado con reticencias de la Cámara Médica Húngara (MOK) que ha afirmado que Hungría debería "seguir las reglas de seguridad de los medicamentos de manera transparente y solo aprobar la comercialización de productos después de una revisión que respete las reglas de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA)". La EMA ha dado el visto bueno hasta ahora a las vacunas de Pfizer-BioNTech, de Moderna y hoy a la de AstraZeneca.

Larga experiencia

Poco antes de que se hiciera oficial el pacto con el medicamento chino, el primer ministro Orban ha manifestado su total "confianza" en el fármaco chino y ha señalado que optará por esta vacuna para él mismo. "Esperaré, y llegado el momento, elegiré la vacuna china" ha declarado Orban en su entrevista radiofónica semanal.

"Los chinos tienen la más larga experiencia sobre este virus, por tanto son los mejor informados" ha agregado tras recordar que el Gobierno de Serbia ha sido el primero en Europa en decantarse por el producto del gigante asiático.

Hungría, que cuenta con una población de cerca de 10 millones habitantes, ha registrado hasta ahora 364.909 personas infectadas y 12,374 muertes a causa del covid-19. A pesar de que las nuevas infecciones han ido disminuyendo, más de 3.600 personas todavía están en el hospital, lo que mantiene tensionado el sistema de salud. La situación ha obligado al Gobierno a extender las restricciones hasta el 1 de marzo, incluido un toque de queda que empieza a las siete de la tarde y el cierre de los restaurantes.

Cambio de tendencia

Los húngaros se encuentran entre los europeos más reacios a las vacunas, aunque las encuestas más recientes indican una cambio de tendencia en los últimos meses ante una pandemia que se alarga en el tiempo y que obliga a fuertes confinamientos. Los sondeos indican también que entre las preferencias de vacunas, los encuestados se inclinan por los productos Pfizer-BioNTech y Moderna y como últimas opciones los rusos y chinos. Según los datos publicados hoy, Hungría ha inoculado ya a 175.283 personas, todos con vacunas de Pfizer-BioNTech o Moderna, de las que 37.727 han recibido incluso la segunda dosis.

China cuenta con dos vacunas, la Sinopharm y la Sinovac, que ha estado comercializando con fuerza, vendiendo millones de dosis que han sido enviadas en todo el mundo a países en desarrollo, particularmente en Asia y América Latina.