Elecciones EEUU 2020

Trump deja en el limbo el paquete de rescate ante la pandemia

Amenaza con no firmar la ley si no se suben los cheques a ciudadanos de 600 a 2.000 dólares

Tilda de “desgracia” la norma, que incluye 1.4 billones para mantener abierto el Gobierno

El presidente de EEUU, Donald Trump.

El presidente de EEUU, Donald Trump. / EFE

Idoya Noain

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Le queda menos de un mes como presidente de Estados Unidos antes de que tome posesión Joe Biden pero en sus últimos estertores en el Despacho Oval Donald Trump, sumido en sus teorías conspiratorias sobre un inexistente fraude electoral, sigue demostrando no estar dispuesto a permitir que nada suceda de manera normal. Ni siquiera en lo que se refiere a lanzar una ayuda esencial para los estadounidenses golpeados por la doble crisis sanitaria y económica de la pandemia de coronavirus.

El martes, por sorpresa incluso para muchos en su equipo y Administración, Trump lanzó una auténtica bomba en Washington. En un vídeo de cuatro minutos en Twitter dejó en el limbo la ley aprobada el lunes por el Congreso que incluye tanto el gran rescate ante la pandemia de 900.000 millones de dólares como un proyecto presupuestario de otros 1,4 billones para financiar el gobierno y el ejército hasta septiembre de 2021.

Trump calificó de “desgracia” la ley, que tuvo amplio apoyo bipartidista en las dos Cámaras tras meses de bloqueo y unos últimos días de negociaciones frenéticas. Y dijo que no la firmará si no se enmienda, amenazando con hacer descarrilar tanto el rescate como el funcionamiento del gobierno (que para evitar el cierre administrativo necesita ratificar su presupuesto operativo antes del lunes). 

Cheques de 2.000 dólares

El foco central de la crítica de Trump es la ayuda directa asignada a los estadounidenses en el rescate: un pago de 600 dólares. El republicano asegura que es una cantidad “ridículamente baja”, algo en lo que hay consenso generalizado, y pidió que se eleve hasta 2.000 dólares. Lo que no dijo es que su secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, marcó la cifra de 600 dólares en las negociaciones, ni que los demócratas querían más dinero (1.200 dólares según la propuesta de ley que aprobaron en la Cámara Baja hace meses y los republicanos bloquearon en el Senado).

Trump coincidió con otras críticas tanto de partes de la izquierda como de la derecha a la ley, que ocupa 5.593 páginas y se votó solo unas horas después de que se conociera el mastodóntico texto legislativo. Pero en su asalto el presidente mezcló intencionadamente los elementos del rescate con los de la parte presupuestaria.

Al denunciar que está llena de "derroche" y "partidas innecesarias" citó, por ejemplo, ayudas a países extranjeros o a instituciones culturales, elementos habituales de las cuentas de financiación. También incluyó mensajes xenófobos como criticar que en este rescate, a diferencia del primero aún mayor que se pasó en marzo (cuando los cheques directos fueron de 1.200 dólares), sí vayan a poder recibir los cheques los estadounidenses cuyos cónyuges sean ciudadanos sin papeles.

La presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, y muchos demócratas cogieron inmediatamente el guante del vídeomensaje de Trump y se han mostrado incluso deseosos de votar el aumento del cheque hasta los 2.000 dólares. La logística y la política, no obstante, hacen esa propuesta improbable.

Dudas y mensajes

No está claro qué va a suceder ahora. Trump no ha dicho si vetará la ley, algo que las Cámaras podrían superar si se repitiera la votación con que aprobaron la ley, con abrumadoras mayorías suficientes para anular el veto. Pero tanto si da ese paso como si agota sus diez días de plazo para firmar (o no) la ley puede crear caos. El presupuesto operativo del gobierno solo está aprobado hasta el lunes, con lo que podría haber un cierre administrativo a partir del día 29. Y si no se da luz verde a la ley, algunas de las medidas de ayuda del rescate de marzo expirarían, como la moratoria de desahucios (que el nuevo rescate amplía, aunque solo un mes).

Tampoco está claro el por qué de la acción sorpresa de Trump. Para algunos trata de enviar a sus bases un mensaje de fuerza tras haber sido en cierta forma esquinado en las negociaciones de la ley. También hay quien apunta a que puede haberle influido el rechazo a la ley que expresaron voces conservadoras en redes sociales y en Fox. Y para otros es inevitable no pensar en que se trata de una forma de castigo o advertencia a los republicanos que han reconocido a Biden como presidente electo y empiezan a desacreditar el empeño del presidente en rechazar los resultados y, en especial, a Mitch McConnell.

Trump ha intensificado sus críticas, directas e indirectas, al líder republicano en el Senado desde que este reconoció a Biden tras la ratificación de la victoria del demócrata por el colegio electoral. El control de la Cámara Alta se juega en la segunda vuelta por dos escaños en Georgia el 5 de enero. Y Trump aún mueve a sus fieles bases, a las que sigue alimentando también sus fantasías.

Lo hizo de nuevo en el vídeo del martes. Cuando pidió al Congreso que le envíe “una ley apropiada” añadió: "en caso contrario la próxima Administración tendrá que entregar un paquete de asistencia, y quizá esa Administración sea yo". No es verdad.