LOS RETOS DE EUROPA

El covid y la debacle económica marcan el inicio de curso europeo

Labores de desinfección en el Parlamento Europeo en Bruselas.

Labores de desinfección en el Parlamento Europeo en Bruselas. / periodico

Silvia MartInez

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El gran pistoletazo de salida al nuevo curso político europeo, con presidencia rotatoria alemana de fondo, tendrá lugar el 16 de septiembre cuando la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, presente -en Estrasburgo si no hay cambios de última hora- sus prioridades de trabajo durante el tradicional debate sobre el Estado de la unión ante la Eurocámara. Una cita que llega marcada por algunos deberes pendientes: gestionar la crisis sanitaria provocada por la pandemia del covid-19, llevar a buen puerto el ambicioso plan de recuperación económica, lograr un acuerdo posbrexitcon el Reino Unido, promover la prometida transición verde y digital, impulsar la aparcada reforma de la política de asilo e inmigración y reforzar el papel de la UE en la escena internacional en un momento de tensiones crecientes y conflictos a las puertas de Europa. 

"El covid-19 ha hecho más necesaria que nunca una Comisión geopolítica. Al mismo tiempo existe el riesgo de que la crisis económica y las divisiones internas hagan que los Estados miembros miren hacia adentro pero si descuidan los desafíos internacionales a los que se enfrenta Europa solo acumularán mayores problemas para el futuro", augura el investigador del Centre for European Reform, Luigi Scazzieri. "La UE está saliendo tras haberse hundido pero todavía se enfrenta a un futuro sombrío e incierto", vaticina el presidente del think tank Friends of Europe, Gillet Merrit. Estos son algunos de los asuntos que marcarán una "vuelta al cole" especial.

Coordinación contra la pandemia

Uno de los problemas que han complicado la respuesta a la crisis sanitaria es la falta de competencias europeas en sanidad gestión de fronterasTodas las decisiones pasan por las 27 capitales y de ahí  la <strong>lentitud</strong>, <strong>descoordinación</strong> y<strong> unilateralidad</strong> como, por ejemplo, la decisión de Hungría de cerrar las fronteras a todos los extranjeros desde el 1 de septiembre sin informar al resto de socios europeos.

El reto para las instituciones de la UE será evitar que los 27 sigan tomando decisiones a la carta y evitar que el caos se adueñe de nuevo del espacio de libre circulación de Schengen. "Hay que tener en cuenta que esta no es la última pandemia a la que nos enfrentamos. Necesitamos poner en marcha algunas políticas y reglas para estar mejor preparados ante futura pandemias", apunta el director de estudios del European Policy Centre (EPC), Janis Emmanouilidis. Por el momento, Bruselas ha presentado una recomendación para fijar criterios comunes y un mapa común de zonas de riesgo. También negocia en nombre de los 27 la compra de vacunas para todos los Estados miembros y ya tiene acuerdos o preacuerdos con seis empresas que desarrollan vacunas "prometedoras" como AstraZeneca, Sanofi&GSK, Johnson&Johnson, Curevac y Moderna.

"Esperamos contar con 30 millones de dosis de la de AstraZeneka -de un total de 300 millones de dosis- para finales de año que se repartirán en función de la población de los Estados miembros", apuntan fuentes del Ejecutivo comunitario. Entre los planes de la Comisión también está presentar antes de que acabe el año una nueva estrategia farmacéutica para Europa.

Recuperación económica y presupuesto

Las estrictas medidas de confinamiento adoptadas tras la irrupción del covid-19 están provocando un desplome económico brutal y un reguero de ertes despidos, muy especialmente en países del sur como España o Italia. Para responder a la incierta situación económica, y tras un maratón negociador de cuatro días, los líderes europeos aprobaron a finales de julio un nuevo marco presupuesto para el período 2021-2027 de algo más de un billón de euros y un <strong>nuevo fondo de recuperación</strong> que, por primera vez en la historia comunitaria, permitirá al Ejecutivo comunitario salir al mercado y endeudarse para construir una red de seguridad <strong>750.000 millones</strong>.

Antes de que el dinero pueda fluir a las capitales, el Parlamento Europeo y parlamentos nacionales tendrán que validar el presupuesto y la capacidad de Bruselas de endeudarse. Dos asignaturas que exigen una difícil negociación en la Eurocámara y que los Estados miembros presenten planes nacionales para el 15 de octubre. "Hay un brecha significativa entre el Parlamento y la posición del Consejo. El Parlamento espera mejoras tangibles en el paquete no solo declaraciones para que nos traguemos la amarga píldora",  advirtió hace unos días el presidente de la comisión de presupuestos, Johan van Overveldt, que aspira a llegar a un acuerdo en octubre como fecha límite. 

Reforma del estado de derecho

Uno de los <strong>asuntos espinosos</strong> en la negociación del<strong> nuevo presupuesto</strong> es la vinculación de los fondos al respeto del Estado de derecho. La cumbre de líderes europeos concluyó en julio con una vaga referencia para no molestar a Polonia y Hungría en aras de alcanzar un pacto presupuestario. El Gobierno de Viktor Orban no tiene intención de ceder en este terreno y hasta que no haya una propuesta de la Comisión Europea del nuevo mecanismo sobre el Estado de derecho ha dado indicaciones de que su Parlamento no ratificará el nuevo techo presupuestario. Según la agenda de trabajo, Bruselas presentará el nuevo mecanismo durante este tercer trimestre.

Nuevo pacto migratorio

La crisis migratoria de 2015 puso de manifiesto la profunda debilidad de la legislación europea en materia de asilo. A raíz de la llegada de miles de refugiados huyendo de la guerra en Siria, la Comisión Europea se vio obligada a mover ficha para reformar el llamado reglamento de Dublín, la piedra angular del sistema que obliga a solicitar asilo en el primer país de entrada y que pone toda la carga sobre unos pocos países como Grecia o Italia, principal puerta de entrada de los inmigrantes que siguen la ruta del Mediterráneo oriental y central.

El plan de cuotas diseñado por Bruselas para redistribuir a los refugiados se estrelló, sin embargo, con la negativa y la insolidaridad de muchos países a arrimar el hombro -especialmente los países de Visegrado- y desde el plan ha permanecido bloqueado. Si no hay nuevos aplazamientos, la solución de Bruselas para redistribuir de forma justa a los solicitantes de asilo llegará a finales de septiembre tras varios aplazamientos este año.

Transición verde y digital

Son dos de las grandes campos de trabajo de la Comisión en este mandato y que marcarán el curso político. Tras la propuesta de reglamento para lograr la neutralidad climática en 2050, el vicepresidente de la Comisión Europea Frans Timmermans ha anunciado que presentará en septiembre nuevos objetivos de reducción de emisiones para 2030, junto a un análisis de costes sobre los beneficios de aumentar la reducción del 40% actual hasta el 50 o 55% respecto al nivel de 1990, pese a las dudas de los países de Europa del este.

Será la primera de una batería de propuestas destinadas a impulsar la renovación de edificios, las energías renovables offshore y nuevas estrategias sobre combustibles en aviación y sector marítimo. En materia digital Bruselas planea regular este año plataformas como Google y Amazon y presentar propuestas para reforzar el mercado único digital.

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