Propuesta constitucional

Putin: "Mientras sea presidente no habrá progenitor uno y dos, habrá papá y mamá"

El presidente de Rusia afirma que mientras mande en el Kremlin nunca se legalizará el matrimonio homosexual en Rusia

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Giuseppe Agliastro

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Vladímir Putin quiere que los matrimonios homosexuales estén prohibidos por la Constitución. "Mientras sea presidente, no tendremos progenitor número uno y número dos, sino papá y mamá", dijo el líder del Kremlin. En un país como Rusia, donde los derechos de los homosexuales se pisotean a diario, uno se sorprendería si Putin hubiera dicho lo contrario.

Pero esta vez hay algo nuevo: Putin apoya abiertamente la idea de insertar una norma en la Constitución rusa que defina el matrimonio "como una unión entre un hombre y una mujer". De hecho, el presidente ruso habló en una reunión con una comisión designada por el Kremlin para discutir las enmiendas propuestas a la Constitución. Una comisión que también incluye a personas que no son exactamente expertos legales, como la excampeona de salto con pértiga Yelena Isinbayeva, quien admitió sinceramente que nunca leyó la Constitución antes de que Putin la pusiera en el grupo encargado de reformarla.

Perpetuarse en el poder

Muchos analistas creen que el verdadero objetivo de Putin es cambiar la Constitución para permanecer en el poder incluso después del 2024, cuando no puede postularse para ser presidente nuevamente. La propuesta de añadir en la Constitución la prohibición de los matrimonios homosexuales parece salir directamente de Putin. En Rusia, una "ley anti-gay" ya existe desde unos años: castiga oficialmente la promoción de "relaciones no tradicionales" entre menores, pero de hecho impide cualquier manifestación pública a favor de los derechos de las minorías sexuales.

La ley fue rechazada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos como discriminatoria y condujo a un aumento de los ataques contra los homosexuales. Pero la Rusia de Putin no quiere retroceder. En la turbulenta Chechenia, los defensores de los derechos humanos denuncian una verdadera cacería de brujas contra homosexuales por parte de la policía, con detención ilegal, tortura e incluso asesinatos.