Tensión Internacional

Trump dice tener en el punto de mira 52 objetivos iranís

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donald trump / periodico

Idoya Noain

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La idea de que Estados Unidos e Irán sean capaces de frenar o reducir la escalada de tensiones incendiadas después del asesinato del general Qasim Soleimani el viernes en Bagdad por orden del presidente de EEUU, Donald Trump, se desvanece con cada minuto que pasa. De hecho, esas <strong>tensiones se elevan</strong>. Y desde Washington, por ahora, es en el terreno retórico, pero las palabras tienen especial peso dado el peligroso momento actual, en que el riesgo de algunas acciones o errores de cálculo o estrategia amenazan con desatar una guerra.

El sábado, aludiendo a lo que definió como declaraciones “osadas” desde Teherán sobre “vengarse atacando activos estadounidenses”, Trump realizó en Twitter un polémico anuncio asegurando que EEUU ha marcado 52 localizaciones en Irán que, advirtió, serán golpeadas “muy rápido y con mucha contundencia” si los iranís atacan a ciudadanos o activos de EEUU. Sin rastro aparente de ironía, Trump cerró su serie de tuits declarando, entre exclamaciones, que “¡EEUU no quiere más amenazas!”

La cifra de dianas, según explicó el mandatario, tiene el simbolismo de representar el número de rehenes que Irán tomó en la crisis de 1979. Y en la lista, también según Trump, están objetivos “de muy alto nivel e importantes para Irán y la cultura iraní”, una afirmación que provocó denuncias inmediatas, no solo en Irán.

Crimen de guerra

La resolución 2347 que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó en 2017, incluyendo con el voto de EEUU, afirma que “dirigir ataques ilícitos contra lugares y edificios dedicados a la religión, la educación, las artes, las ciencias o fines benéficos, o contra monumentos históricos, puede constituir crimen de guerra”. La resolución recordaba que ya la Corte Penal Internacional ha condenado a un criminal de guerra por dirigir intencionalmente ataques contra edificios religiosos y monumentos y edificios históricos.

La posición de la Administración, que el domingo se ha encargado de repetir en una ronda de entrevistas televisivas el secretario de estado Mike Pompeo, es que EEUU se “comportará legalmente y dentro del sistema”. “Cada objetivo que ataquemos será legal y designado con la única misión de proteger y defender América”, ha asegurado.

Mano dura

El secretario de Estado ha insistido también en que “Trump no quiere la guerra” pero ha defendido reiteradamente que optara por aprobar la operación contra Soulimani y otras destacadas figuras de las milicias iraquís pro iranís en respuesta al asesinato de un contratista y el asedio a la embajada estadounidense en Bagdad por esas milicias. Es una decisión que, según una información de 'The New York Times', sorprendió al estamento de Defensa, que se la habría planteado a Trump con la idea de que optara por alguna propuesta menos extrema.

Lo que Trump intenta, según Pompeo, es “restaurar la disuasión que, francamente, era una necesidad”. Y su argumentación pasa por culpar a la Administración de Barack Obama de haber “dejado a EEUU en un lugar terrible respecto a Irán” y por defender la política de mano dura con Teherán de Trump como un mensaje. “Es importante que entiendan que EEUU no se comportará más como lo hizo en la Administración Obama/Biden”, ha dicho, declarando también el fin de la estrategia de “apaciguamiento”.

Horas después de que Pompeo hablara ante las cámaras Irán ha anunciado que abandona el pacto multilateral para frenar el programa nuclear militar que ayudó a alcanzar Obama y que Trump abandonó. Y ese anuncio ha dejado en evidencia otras declaraciones del secretario de Estado por la mañana, que había enmarcado el asesinato de Soleimani como parte de “una estrategia para convencer al régimen iraní de comportarse como una nación normal”.

Críticas en el Congreso

La ausencia de información y detalles sobre la supuesta amenaza inminente que representaba el general, además, sigue alimentando criticas y dudas. El sábado las expresó Nancy Pelosi, la demócrata que preside la Cámara Baja, después de que la Casa Blanca enviara al Congreso, en el plazo de 48 horas que marca la ley pero obligando a que la información permanezca clasificada, una notificación sobre la Ley de Poderes de Guerra bajo la que actuó Trump.

“Plantea más interrogantes de los que responde”, denunció Pelosi. “Provoca preguntas serias y urgentes sobre el momento, la manera y la justificación de la decisión de la Administración de entablar hostilidades contra Irán”. Este lunes, tras el receso de Navidad, volverán a estar en sesión las dos Cámaras del Congreso, donde el Senado ya inició sus actividades el viernes. El proceso de ‘impeachment’, de momento, está atascado.