elecciones en el reino unido

Johnson apela a la unidad del país y promete un proyecto ilusionante

El primer ministro británico, Boris Johnson, sostiene un perro durante un encuentro con Paul Howell, el recién elegido diputado del Partido Conservador en Sedgefield, en el noreste de Inglaterra.

El primer ministro británico, Boris Johnson, sostiene un perro durante un encuentro con Paul Howell, el recién elegido diputado del Partido Conservador en Sedgefield, en el noreste de Inglaterra. / periodico

Kim Amor

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El primer ministro británico, Boris Johnson, tiene mucho que agradecer a los votantes del noreste de Inglaterra. Gracias a ellos, el líder conservador logró en las elecciones del pasado jueves una victoria apabullante que le va a permitir gobernar los próximos cinco años con gran comodidad. No es de extrañar, pues, que su primer viaje tras arrasar en las urnas haya sido a esta región, la que había sido hasta ahora un feudo inexpugnable de los laboristas. Allí ha apelado a superar las divisiones, a trabajar por la unidad del país y ha prometido un proyecto ilusionante en su primer gran mensaje sobre el terreno. 

El  lugar escogido por Johnson no está exento de simbolismo. El ‘premier’ se ha dirigido a todos los votantes otrora laboristas y favorables al 'brexit' desde la localidad de Sedgefield. “Quiero agradecer a todas las personas de estos distritos electorales la confianza que han depositado en el Partido Conservador y en mí. Sé lo difícil que ha sido tomar esta decisión”, ha afirmado Johnson.

Sedgefield, situada a unos 420 kilómetros al norte de Londres, forma parte de la circunscripción que durante 84 años había estado en manos del laborismo. Durante un buen tiempo  el representante y candidato de este distrito electoral fue el exprimer ministro Tony Blair, que estuvo al frente de Ejecutivo de Londres durante diez años seguidos, de 1997 al 2007, el inventor de la llamada tercera vía del laborismo, muy alejada de la izquierdista de Jeremy Corbyn.

El 'muro rojo'

Johnson ha resaltado la importancia de haber roto “el hábito del voto de generaciones” en esta región que forma parte del ‘muro rojo’. “Todo lo que voy a hacer como primer ministro va a ser devolver la confianza que me habéis prestado”, ha insistido. Para ello ha recordado su firme compromiso de abandonar la Unión Europea y de negociar con Bruselas un acuerdo comercial que permita recuperar la ilusión en un territorio muy castigado por la crisis financiera y por la destrucción a lo largo de las últimas décadas del tejido industrial. “Nuestro país se ha embarcado ahora en una aventura maravillosa”, ha afirmado.

El primer ministro ha resaltado también la necesidad de que el Reino Unido avance en esta nueva etapa unido, en clara alusión a los independentistas escoceseslos otros grandes triunfadores de la noche del jueves. Johnson conversó el ayer con la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, para advertirle de que se olvide de un segundo referéndum de independencia.

El llamamiento a la unidad también tiene que ver con Irlanda del Norte, donde el voto de los republicanos que defienden la secesión del Reino Unido para integrarse en la República de Irlanda ha ganado enteros en estas elecciones. Los que han perdido espacio son los unionistas de la DUP, contrarios al acuerdo  de Johnson con Bruselas y base de las negociaciones que empezarán tras ejecutarse el ‘brexit’ el 31 de enero del año que viene. El vicepresidente del partido y hasta ahora portavoz en Westmister, Nigel Dodds, ha perdido su  escaño a favor del candidato rival del Sinn Féin. La DUP ha dejado de ser también un obstáculos para los planes de Johnson.