NUEVAS REVELACIONES DEL CASO

Enviados de Trump presionaron a Ucrania con anular una visita de Estado si no investigaba a Biden

Kurt Volker, exenviado especial de EEUU en Ucrania, tras declarar a puerta cerrada ante los investigadores del caso, este jueves en Washington.

Kurt Volker, exenviado especial de EEUU en Ucrania, tras declarar a puerta cerrada ante los investigadores del caso, este jueves en Washington. / periodico

Ricardo Mir de Francia

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Los diplomáticos estadounidenses en Ucrania no solo presionaron al Gobierno de Volodímir Zelensky para que investigara a uno de los principales rivales políticos de Donald Trump sino que condicionaron la visita del presidente ucraniano a Washington a la puesta en marcha de las pesquisas. Así se desprende de los mensajes de texto entregados este jueves al Congreso por Kurt Volker, el enviado especial al país eslavo del Departamento de Estado, quien dimitió la semana pasada tras aparecer mencionado varias veces en la denuncia anónima que sentó las bases para la investigación de impeachment impeachmentcontra el presidente de Estados Unidos. Los mensajes entre sus diplomáticos y los asesores de Zelinsky cuestionan seriamente las afirmaciones de Trump, que en todo momento ha mantenido que no utilizó ningún instrumento para coaccionar a Ucrania.

"No hubo quid pro quo", ha repetido este viernes el presidente para defender sus gestiones en Ucrania. ·"Esto no tiene nada que ver con la política o con una campaña contra los Biden. Esto tiene que ver con la corrupción", ha añadido. Trump sostiene que el candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, presionó en el 2016 a las autoridades ucranianas para que despidieran al entonces fiscal general, Viktor Shokin, con el fin de frenar la supuesta investigación que habría abierto contra Burisma Holdings, la empresa gasística que contrató un año a su hijo Hunter para desempeñarse en su junta directiva.

Esas presiones están ampliamente documentadas, pero los motivos no encajan con la narrativa del presidente. Por entonces, Shokin no estaba investigando a Burisma y fue precisamente su debilidad en el combate contra la corrupción la que llevó al entonces vicepresidente Biden a pedir su cabeza, una opinión que compartían la Unión Europea y el FMI

El fondo del asunto

"Oído desde la Casa Blanca", escribió Volker el 25 de julio a un asesor de Zelensky, horas antes de que Trump llamara a su homólogo ucraniano. "Asumiendo que el presidente Z convence a Trump de que investigará y llega al fondo del asunto de lo que pasó en el 2016, fijaremos la fecha para la visita a Washington". Pero dos semanas después ni la fecha se había fijado ni la investigación se había formalizado, a pesar de la predisposición ucraniana a cumplir con los deseos de la Casa Blanca. Y aparentemente Trump empezó a impacientarse. "El presidente quiere realmente que cumplan su parte", escribió el embajador ante la UE, Gordon Sondland.

Entre medio del tira y afloja, Trump bloqueó temporalmente las ayudas militares a Ucrania, casi 400 millones de dólares. "¿Estamos diciendo ahora que la asistencia para la seguridad y las reuniones en la Casa Blanca están condicionadas a las investigaciones?", escribió ya en septiembre el número dos de la Embajada estadounidense en Kiev, Bill Taylor. "Creo que es una locura congelar la asistencia si no hay ayuda para una campaña política", apostilló Taylor. 

Mientras las investigaciones continúan en Washington, el nuevo fiscal general ucraniano, Ruslán Raboshyapka, ha anunciado que su equipo está revisando una quincena de casos vinculados a Burisma, informa Marc Marginedas desde Moscú. Raboshyapka ha añadido de que no hay constancia hasta el momento de que Hunter Biden haya cometido delito alguno. El fiscal ucraninao ha expuesto que "se adoptarán las decisiones oportunas" en caso de que "alguna de las investigaciones" se haya cerrado "violando procedimientos legales".