INDEPENDENTISMO EN CÓRCEGA

Un grupo de encapuchados anuncia la creación de un nuevo Frente de Liberación Nacional Corso

El FLNC abandonó las armas en 2014 tras cometer más de 4.500 atentados

Manifestación en favor de los presos corsos, en una imagen de archivo.

Manifestación en favor de los presos corsos, en una imagen de archivo. / periodico

Eva Cantón

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En un contexto marcado por una creciente violencia en el que políticos y miembros de la sociedad civil llevan meses denunciando un "control mafioso" de la isla de Córcega, cinco encapuchados vestidos de negro han anunciado la creación de un nuevo Frente de Liberación Nacional Corso (FLNC), grupo que abandonó las armas en 2014 tras cuatro décadas en las que se contabilizaron más de 4.500 atentados.

La justicia se ha tomado en serio el anuncio y la Fiscalía Nacional Antiterrorista investiga los hechos, según ha indicado el fiscal de Ajaccio. En un vídeo de 34 segundos difundido este martes por el diario local ‘Corse Matin’ se ve a los miembros del grupo en fila tras un banderín negro del FLNC.

Las imágenes están rodadas por la noche y en el exterior. Varios de los encapuchados tienen el puño en alto y uno de ellos sostiene un fusil, según se aprecia gracias a la luz de una linterna. Sus reivindicaciones no aparecen en el vídeo sino en un comunicado presentado durante una rueda de prensa clandestina que tuvo lugar en Castagniccia, Alta Córcega.

Según ha contado un miembro de la redacción de ‘Corse Matin’ a AFP, los encapuchados se limitaron a presentar el comunicado y no hubo posibilidad de hacer preguntas. El texto ocupa una página y está encabezado por la frase ‘FLNC Per l’Independenza” (Por la Independencia). "Nosotros , patriotas corsos, hemos decidido unirnos para reconstruir el FLNC", dicen.

Uso de la fuerza

El grupo reivindica el manifiesto histórico del 5 de mayo de 1976 del FLNC y sostiene que “conforme al compromiso histórico del FLNC no atentaremos jamás contra las personas, sólo contra los bienes”.

Entre sus exigencias figura prohibir a los no corsos la compra de propiedades o bienes inmuebles y que los bienes adquiridos por éstos en los últimos diez años se vuelvan a vender al precio original de compra. Solo las autoridades corsas podrán comprarlos para construir básicamente viviendas sociales.

Reclaman vetar nuevas aperturas de grandes cadenas de distribución, sustituir a los extranjeros por corsos en todos los puestos de trabajo y limitar el turismo a 600.000 personas al mes en julio y agosto. Otra reivindicación es que sea obligatorio impartir en los colegios una hora de corso al día desde la educación infantil.

En algunos aspectos apoya al Gobierno nacionalista de la isla, al que juzga “coherente” y respecto al que no tiene dudas sobre su “sinceridad y compromiso patriótico” aunque lamenta que siga “perdiéndose en el camino que conduce a la integración definitiva del pueblo corso en la sociedad francesa”.

“Vigilaremos, si fuera necesario por la fuerza, para que se apliquen estas prohibiciones y preconizaciones, porque son las únicas que permitirán salvar al pueblo corso de una desaparición programada”, prosigue el documento que concluye con la frase ‘la libertad o la muerte’ escrita en corso.

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