El insólito caso de un político en Nicaragua: su carné de conducir lo identifica como reo

Un integrante del partido opositor de Nicaragua Ciudadanos por la Libertad (CxL) denunció que la Policía de su país lo ha identificado como reo en su nueva licencia de conducir.

Noel Valdez Rodríguez, miembro de CxL y quien fue encarcelado 10 meses hasta junio de 2019 por participar en protestas contra el presidente Daniel Ortega, afirmó que su identidad fue alterada por la Policía Nacional en su licencia de conducir, pese a ser un documento oficial.

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En el espacio donde debería aparecer la dirección del domicilio de Valdez, se lee la frase "detenido y esperando ser procesado. Caso de los tranques (protestas)", según las imágenes divulgadas por CxL.

"Ahora cada vez que viaje en mi vehículo y me detenga la Policía será un riesgo, porque sabemos que esta institución está al servicio del partido de gobierno, y al revisar mi licencia, conocerán que soy un excarcelado político", dijo Valdez, en una nota de prensa.

Valdez, un antiguo miembro de la Contra, afirmó que en las instalaciones de la Policía de Matagalpa, su ciudad de residencia, su nombre está tachado de "terrorista y tranquero", dos de las palabras con las que el Gobierno sandinista identifica a la oposición.

Desde hace un año, cuando se desató en el país centroamericano una profunda crisis sociopolítica, la Policía de Nicaragua tiene una estricta prohibición de evitar toda muestra de rechazo hacia el presidente Daniel Ortega, pese a que la medida contradice la Constitución, según los juristas.

El político opositor afirmó que ya sufrió las primeras consecuencias de tener alterada la identidad, ya que no pudo realizar una transacción en la empresa de remesas Western Union, pues la licencia de conducir es aceptada en Nicaragua en sustitución de la cédula de identidad si no tiene alteraciones.

La crisis de Nicaragua mantiene enfrentado a Ortega con una aparente mayoría de nicaragüenses, desde que la Policía y grupos paramilitares atacaron con armas de fuego a miles de personas que se levantaron en protestas contra el Gobierno.

Los ataques dejaron como resultado cientos de muertos, presos y desaparecidos, miles de heridos y decenas de miles huyeron al exilio.

Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en 17 meses de crisis han muerto 328 personas. Organizaciones humanitarias locales suman hasta 595. El Gobierno admite 200.

La crisis actual es la peor de Nicaragua desde la que vivió entre 1980 y 1990, también con Ortega como presidente.