INÉDITA VISTA EN NUEVA YORK

Las víctimas de Epstein le acusan de ser "un cobarde" hasta el final

Veintitres mujeres detallan ante el juez los presuntos abusos sexuales que sufrieron del financiero

La abogada Gloria Allred (centro) junto a dos víctimas de Epstein, Teala Davies (derecha) y otra que no ha querido ser identificada, a la salida de la vista, en Nueva York.

La abogada Gloria Allred (centro) junto a dos víctimas de Epstein, Teala Davies (derecha) y otra que no ha querido ser identificada, a la salida de la vista, en Nueva York. / periodico

Ricardo Mir de Francia

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Nunca tendrán la oportunidad de ver cómo su agresor rinde cuentas ante la justicia, pero al menos han logrado que se escuche en los tribunales la retahíla de abusos sexuales que presuntamente sufrieron cuando eran todavía unas niñas. Veintitrés de las víctimas del pedófilo multimillonario Jeffrey Epstein declararon el martes ante un tribunal federal de Nueva York en una sesión de emociones desbordadas en la que solo faltó su principal protagonista. "Epstein me robó a mí y al resto de víctimas nuestro día ante la justicia para hacerle frente y, por eso, es un cobarde", dijo Courtney Wild, resumiendo uno de los sentimientos generalizados en la sala. Para algunas, era la primera vez que contaban públicamente su historia. Entre llantos y expresiones de dolor, fueron describiendo cómo el neoyorquino las manipuló, las amenazó y abusó de ellas.

Del relato que ofrecieron sale un criminal extremadamente concienzudo, ruin y minucioso a la hora de reclutarlas como esclavas sexuales, misión en la que habría sido ayudado por su antigua amante y colaboradora Ghislaine Maxwell, hija del fallecido magnate de la prensa británica, Robert Maxwell. "Muchas de nosotras estábamos en situaciones muy vulnerables y en la pobreza extrema, no teníamos a nadie a nuestro lado", dijo una de las víctimas que declararon de forma anónima. Otra contó que el financiero actuó "de forma muy estratégica" a la hora de acercarse a ellas. "Las cosas fueron sucediendo lentamente, como en esa analogía de la rana que se va cociendo en el agua a fuego lento".

Conocido por sus amistades entre la clase política, el mundo del arte, la ciencia y básicamente el quién es quién de la jet set internacional, Epstein fue detenido a principios de julio mientras regresaba de París en un avión privado. Las autoridades le acusaron de haber puesto en marcha una red de tráfico sexual para explotar a menores en sus mansiones de Nueva York y Florida. Según la acusación, les pagaba para que le dieran "masajes" desnudo y luego abusaba de ellas. Tras ser trasladado a prisión, Epstein se enfrentaba a una pena máxima de 45 años de cárcel, pero el pasado 10 de agosto apareció ahorcado en su celda en circunstancias que han despertado sospechas. Su aparente suicidio ha complicado las reclamaciones de sus víctimas, ya que por ley los casos judiciales se cierran cuando muere el acusado.

El príncipe Andrés

"A lo largo de nuestra vida tendremos que cargar con el daño y el dolor irreparables que esta experiencia nos ha dejado. Es algo que nunca desaparecerá", declaró otra víctima anónima durante la vista. En varias ocasiones se pidió al juez que continúe con el juicio por más que Epstein no pueda ya recibir castigo alguno. "Todas sabemos que no actuó solo. Por favor, terminen lo que han empezado", dijo Sarah Ransome. En algunos documentos judiciales, varias víctimas han implicado a otras personalidades en los abusos de Epstein, desde el abogado Alan Dershowitz al príncipe Andrés de Inglaterra.

Virginia Giuffre ha acusado al duque de York de tocarle el pecho a una menor y cometer otros actos contra al menos dos víctimas, ella incluida, en la mansión de Epstein en Manhattan. "Sabe que lo ha hecho y espero que lo aclare", dijo Giuffre el martes. El príncipe Andrés ha negado su implicación y ha dicho que ni siquiera conocía las tropelías del financiero.