polémica en alemania

Maassen, un jefe de la inteligencia en el ojo del huracán

El vínculo con la ultraderecha no es el primer caso controvertido al que se enfrenta el jefe de los servicios secretos alemanes pero quizás sí el definitivo

hans georg maassen

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Carles Planas Bou

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Desde que en agosto del año 2012 asumiese la presidencia de la Oficina Federal de Protección de la Constitución, como se conoce en Alemania al servicio de inteligencia doméstico, Hans-Georg Maassen no ha podido escapar de la polémica. En 2013 se destapó que había aceptado compartir todos los datos alemanes con la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense. Así, no es de extrañar que acusase al informante Edward Snowden, que destapó el programa de espionaje masivo de los EEUU, de ser un espía ruso.

En 2015 vio su nombre en los diarios del país cuando presentó cargos contra un grupo de periodistas acusándolos de traición por revelar documentos clasificados sobre la vigilancia estatal en Internet, algo que llevó a medio arco parlamentario a pedir su dimisión. En 2017 se destapó que había mentido al negar que, bajo su consentimiento, se había desplegado a un espía alemán cerca de Anis Amri, autor del atentado terrorista de Berlín.

Ala más radical

Sin embargo el caso que puede hundirle comenzó este agosto cuando el libro ‘Dentro de AfD’, escrito por la antigua directiva de las juventudes xenófobas Franziska Schreiber, reveló que Maassen había aconsejado a la ex-líder de AfDFrauke Petry, expulsar a Björn Höcke, dirigente de Turingia y cabeza de ala más radical, para evitar que el partido fuese vigilado por la agencia que dirige. La “buena disposición” de Maassen con la ultraderecha puede ahora costarle el cargo.