Empresas españolas esperan nuevo Gobierno para retomar inversión en Brasil

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Carlos A. Moreno

Las empresas españolas están esperando un nuevo Gobierno en Brasil, que sea capaz de poner en marcha las reformas necesarias para impulsar la economía, antes de retomar sus inversiones en el mayor mercado latinoamericano, aseguró hoy a Efe el embajador de España en Brasilia, Fernando Villalonga.

"En estos momentos la situación es muy confusa en Brasil. Es un momento en el que la inversión extranjera ha parado. Pero cuando haya un nuevo presidente, si logra impulsar las reformas necesarias, los inversores tendrán más seguridad", dijo el diplomático tras participar en Río de Janeiro de un seminario en que diferentes autoridades brasileñas hicieron un diagnóstico de la coyuntura del país para empresarios españoles.

El embajador admitió que la actual incertidumbre política en Brasil, que en octubre tendrá las elecciones más imprevisibles en las últimas dos décadas, así como la lenta recuperación del crecimiento económico tras la profunda recesión de 2015 y 2016, abrió un compás de espera para los inversores extranjeros.

"No estamos en el mejor momento político; no se perfila ningún candidato hasta ahora (como favorito), hay mucha incertidumbre sobre cómo serán formadas las coaliciones de cara a las próximas elecciones", afirmó.

Agregó que, económicamente y tras una grave recesión, el nivel de crecimiento está por debajo de lo previsto y que el país enfrentó en mayo una huelga de camioneros de once días que paralizó al país y que abrió una grave crisis de desabastecimiento.

"Los datos macroeconómicos se vinieron abajo y si a eso se suma la incertidumbre política llegamos a un momento en que la inversión extranjera está parada", afirmó.

Villalonga recordó que España es el tercer mayor inversor en Brasil, con cerca de 170.000 millones de reales (unos 45.945,9 millones de dólares), y que las empresas españolas hicieron apuestas a largo plazo en el gigante latinoamericano por lo que tienen margen para esperar una mejoría en la situación.

"Los empresarios españoles llevan más de 25 años aquí, por lo que no es una inversión especulativa ni mucho menos, pero los empresarios españoles, como todos, lo que desean es previsibilidad, estabilidad y confianza", dijo.

"La tarea del próximo presidente será muy complicada porque tendrá que hacer una reforma a las pensiones; una reforma política, que reduzca el número de partidos y facilite la gobernabilidad; y una reforma fiscal, que baje los impuestos y garantice la autosuficiencia de los estados, así como impulsar la inversión en infraestructura", aseguró.

"Las deficiencias en infraestructura quedaron evidentes en la reciente huelga de camioneros que mostró que el 87 % del transporte depende de los camiones. Hay que hacer un plan de desarrollo de transportes integrado; aumentar los ferrocarriles de carga y de pasajeros, construir más puertos y aeropuertos. Y todas esas son oportunidades que se abren para empresas españolas", dijo.

Villalonga agregó que los empresarios aprovecharon el encuentro de este viernes con el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, para dejar claro que siguen apostado en Brasil pero que esperan seguridad jurídica, económica y política.

"Tan sólo después de las elecciones veremos cómo sale el nuevo Gobierno...si tiene capacidad de liderar una mayoría en el Parlamento para emprender las reformas necesarias que reducir los costos de producción y la burocracia para las empresas en Brasil; para impulsar la reforma fiscal y de las pensiones, y para reducir la administración y atajar con dinero y recursos el problema de la inseguridad", afirmó.

"Pero las empresas españolas siguen presentes en Brasil y deseando un Brasil más próspero, más seguro, que genere más confianza, que no tenga tanto coste administrativo ni burocrático, con menos administración. Son optimistas y confían en el futuro de Brasil. Este es un país muy rico y muy grande y los empresarios están animados en seguir aquí", agregó.

Citó como ejemplo de ese deseo el reciente intento de Iberdrola por adquirir el control de la distribuidora brasileña Eletropaulo, que terminó en manos de la italiana Enel tras una millonaria puja entre los dos gigantes europeos.

"Iberdrola tiene 25 años aquí y no es la primera vez (que pierde una disputa)... y va a continuar. En caso de que continúen las privatizaciones de Eletrobras (el gigante energético de Brasil de control estatal), y así lo espero por lo que nos dijo aquí el presidente de la Cámara, Iberdrola seguirá invirtiendo", dijo.