Valls da por muerto al Partido Socialista francés

Valls, en un foro contra la abstención, en París, el 5 de mayo.

Valls, en un foro contra la abstención, en París, el 5 de mayo. / periodico

EVA CANTÓN / PARÍS

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La implosión del Partido Socialista francés era sólo cuestión de tiempo tras la derrota de su candidato, Benoît Hamon, en la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas del pasado 23 de abril. Con un humillante 6,36% de los votos, el representante del ala izquierda del partido consumaba la fractura interna visible durante todo el mandato de François Hollande.

El último capítulo de la división entre dos izquierdas “irreconciliables” lo ha escrito este martes el exprimer ministroManuel Valls, al anunciar su intención de unirse al campo de Emmanuel Macron y presentarse como candidato a las próximas elecciones legislativas de junio bajo la bandera de ‘La República en Marcha’.

Traicionando las reglas de las primarias socialistas, que obligan a apoyar al candidato oficial del partido a las presidenciales, Valls ya había pedido abiertamente el voto para Macron el pasado mes de abril amparándose en el peligroso avance del Frente Nacional.

Ahora, el exprimer ministro justifica su trasvase a las filas del presidente electo para facilitarle una mayoría “amplia y coherente” sin elementos “rebeldes” que le amarguen la existencia en la Asamblea Nacional, como lo hicieron con él los cuarenta diputados socialistas opuestos a las polémicas reformas económicas de Hollande.

 “Hay que ser claros. Que en una misma formación política haya quien quiera apoyar a la mayoría presidencial, quien quiera una alianza con Jean-Luc Mélenchon y, en el medio, los que no saben donde están, no funciona. Todo eso se ha terminado, no tiene ningún sentido”, ha dicho Valls en la emisora RTL. Luego ha levantado el acta de defunción del partido con la siguiente frase: "Este Partido Socialista está muerto. Es pasado".

FRÍA ACOGIDA

El equipo del futuro jefe del Estado acogió con frialdad la oferta de Valls. El portavoz del movimiento macronista, Benjamin Griveaux, le recordó que las reglas para ser nombrado candidato son iguales para todo el mundo y que pasan por presentar la solicitud para que sea examinada por la comisión nacional de investiduras.

Más beligerante fue la reacción del primer secretario de los socialistas, Jean Christophe Cambadélis, que le mostró implícitamente la puerta de salida. Valls tendrá que elegir, porque es “imposible” ser candidato de ‘La República en Marcha’ y mantener el carné del PS, dijo al entrar en la reunión del buró político que este martes debatía la estrategia de cara a las legislativas.

Los comicios de junio se están convirtiendo en un campo minado para los partidos damnificados por el resultado de las presidenciales. Los Republicanos hacen números y lanzan advertencias a sus tropas para impedir las fugas hacia el campo de Macron.

NUEVO PROGRAMA

De momento, acudirán a las urnas con un programa menos radical que el defendido por François Fillon, para atraer de nuevo a un electorado joven y a las clases populares que el exprimer ministro se ha dejado por el camino.

En el Frente Nacional, mientras, también se vislumbran fisuras. El fracaso electoral, por más que su candidata haya logrado un resultado histórico con 11 millones de votos, ha dejado secuelas.

La línea “ni de izquierdas ni de derechas” defendida por Le Pen y su lugarteniente, Florian Philippot, así como la propuesta de abandonar el euro es contestada por los partidarios de lanzarse a la conquista del electorado conservador.

Los resultados del pasado 7 de mayo dan la razón a éstos últimos. Según el instituto Ipsos, sólo el 7% de los votantes del izquierdista Jean Luc Mélenchon se orientaron hacia Le Pen, mientras que los de Fillon llegaron al 20%.

RECOMPOSICIÓN POLÍTICA

En este escenario político en plena recomposición, Emmanuel Macron se ha propuesto alcanzar una mayoría parlamentaria que le permita aplicar su programa de Gobierno. Para ello tiene que resolver una ecuación delicada. Deberá sumar los elementos más moderados de la izquierda y la derecha a los candidatos de su propia formación, para que todos se presenten en las legislativas con el dorsal de ‘La República en marcha’.

Si Macron gana su apuesta, en poco más de un mes estará liderando una mayoría centrista, europea y social liberal que tendrá como oposición a una derecha nacionalista y antieuropea (el Frente Nacional) y a una izquierda radical (la Francia Insumisa), analiza el diario 'Libération'. En el nuevo esquema que esboza el futuro presidente francés, los “viejos” partidos podrían estar a punto de formar parte del pasado.

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