Dimite la líder del partído eurófobo UKIP a los 18 días de llegar
Diana James, sustituta de Nigel Farage, considera que no tiene la suficiente autoridad para llevar a cabo su gestión
El eurófobo partido británico UKIP, principal abanderado del 'brexit', se sumió el miércoles en una profunda crisis por la inesperada dimisión de su líder, Diane James, tras solo 18 días en el cargo en sustitución de su antecersor, Nigel Farage, que dimitió tras el triunfo del 'brexit' en el referéndum del 23 de junio.
James, eurodiputada de 56 años, ha alegado motivos "personales y profesionales" en un comunicado en el que indica que no se le había dado "suficiente autoridad" para introducir los cambios que deseaba en el partido.
El UKIP, la fuerza política británica más representada en el Parlamento europeo, con 22 escaños, se ha hundido en el caos tras un anuncio del que la dirección no había sido alertada y que abre un nuevo proceso electoral sin favoritos claros.
"Ha quedado claro que no tengo la suficiente autoridad ni el pleno apoyo de mis colegas eurodiputados ni de los oficiales del partido para introducir los cambios que creo necesarios y sobre los que basé mi campaña", ha asegurado James, que mantendrá su escaño en el Parlamento de Estrasburgo.
La prensa británica apunta a que su marcha puede deberse a que, recientemente, fue insultada y escupida en la calle por el ideario xenófobo que defiende el partido y, además, su marido está enfermo.
- Las tres enfermedades que la manzanilla ayuda a combatir
- Pensionistas, solo cobraréis una parte de la paga extra en junio: esta es la razón
- Los Mossos alertan de este método de robo: "Antiguo pero recurrente
- Quién es Laura Menoyo y por qué era la visita más esperada para Daniel Sancho
- Mezcla aceite de coco y vinagre, te sorprenderá el resultado | Vídeo
- Yolanda Díaz insta a la patronal a pactar la reducción de la jornada "antes de verano" o legislará sin ella
- La Guardia Urbana rescata 14 gatos de un piso de Sant Martí
- Barcelona descarta replicar el modelo de ejes verdes al costar su mantenimiento diez veces más que en otras calles