La UE considera "inaceptables" las condiciones de Cameron para evitar el 'Brexit'

El primer ministro británico David Cameron departe con sus colegas en Bruselas.

El primer ministro británico David Cameron departe con sus colegas en Bruselas. / periodico

SILVIA MARTÍNEZ / BRUSELAS

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Las negociaciones entre Reino Unido y el resto de la Unión Europea han entrado este jueves en una nueva fase política decisiva. El primer ministro británico, David Cameron, está dispuesto “a pelear” por conseguir “un buen acuerdo” para su país aunque el resto de colegas europeos dejaron ayer claro que los límites no han cambiado y que la pretensión de Londres de limitar durante cuatro años los beneficios sociales a los trabajadores procedentes de otros Estados miembros es inaceptable. La primera gran discusión política sobre el futuro de la isla en la UE se saldó anoche con un tono más positivo del esperado pero firme.

“Hemos dejado claro que estamos listos para llegar a un compromiso pero siempre sobre la base de salvaguardar los principios europeos centrales que incluyen la no discriminación y la libertad de circulación”, advirtió la cancillera Angela Merkel tras la primera jornada de este último Consejo Europeo del año.

 “Tenemos que ser duros a la hora de defender algunas líneas rojas, los valores fundamentales de la UE”, añadió el presidente de la UE, Donald Tusk. La discusión sobre el futuro de Reino Unido se prolongó durante casi cuatro horas durante una cena de trabajo que concluía pasada la medianoche. “Hemos tenido una discusión interesante. Cameron ha expuesto con detalle sus propuestas. Para algunos Estados miembros el tema de las prestaciones sociales es el más difícil. Nada es fácil en este contexto”, admitía el polaco, informa Margalida Vidal.

LÍNEAS ROJAS

Tras semanas de reuniones y confesionarios, especialmente a nivel técnico, la reunión sirvió para ver cómo respiran el grueso de dirigentes europeos ante los planteamientos de los conservadores británicos para limitar la entrada de inmigrantes procedentes del resto de la UE a 100.000 por año -en 2014 entraron en torno a 332.000 europeos- como medida para frenar la presión sobre el sistema sanitario y los servicios públicos. “Algunas partes de la propuesta británica parecen inaceptables”, advertía el polaco antes del inicio de la reunión. Varios Estados miembros -Polonia, Eslovaquia, Hungría y la República checa- corroboraban por escrito su rechazo en una declaración conjunta en la que descartan apoyar ni limitaciones ni discriminaciones.

Tusk aspira a cerrar un pacto político en el Consejo Europeo previsto para el mes de febrero pero todo está en manos de Londres. “Si son conformes con el acervo europeo (las propuestas) la negociación podrá tener éxito, si no, será más difícil”, recordó ayer el presidente francés, François Hollande. Cameron se marchó, no obstante, satisfecho. “Hemos dado un gran paso hacia un acuerdo mejor para el Reino Unido”, dijo antes de admitir que el pacto será “muy difícil”.

PRÓXIMA CITA, EN FEBRERO

Todos los líderes europeos aspiran a que el conservador británico presente alternativas a la limitación de los beneficios sociales porque revisar los fundamentos de la UE, a cambio de que defienda el sí en el referéndum que ha prometido para 2017, no es aceptable. “El cuarto pilar que plantea el Reino Unido (...) probablemente no se pueda cambiar en la legislación secundaria, por lo que se tendrían que cambiar los tratados, pero no ahora, sino en el próximo cambio de tratados”, explicó Merkel. “No será fácil pero con buena voluntad se puede encontrar un compromiso”, añadió.

“Si el primer ministro británico convence a los líderes de que podemos trabajar juntos para encontrar soluciones en las cuatro áreas entonces tendremos una verdadera oportunidad de lograr un acuerdo en febrero”, decía ayer Tusk sobre los cuatro bloques que Reino Unido plantea reformar: competitividad, integración, moneda única y beneficios sociales. En los tres primeros, según varias fuentes, ha habido avances. En el último, visto el resultado de ayer, ninguno. “Es el más complicado y el que más tendremos que negociar”, admitía el húngaro Viktor Orbán. “Tendremos que mostrar creatividad”, añadía el presidente español Mariano Rajoy.