DRAMA HUMANITARIO

Cientos de refugiados rompen el cordón de seguridad fronterizo y entran en Macedonia

Entre 3.000 y 5.000 de personas, muchas indocumentadas, aspiran a penetrar en Europa desde Grecia procedentes de Siria, Pakistán, Bangladés o Somalia

Espera en la zona fronteriza entre Macedonia y Grecia.

Espera en la zona fronteriza entre Macedonia y Grecia. / gl sh

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Cientos de refugiados que esperaban en las inmediaciones de la estación de tren de Gevgelija (Macedonia) han roto este sábado el cordón de seguridad y han conseguido atravesar la frontera. Los refugiados, que se encontraban desde hace días a la espera de coger un tren para llegar hasta Serbia, lograron sobrepasar la barrera custodiada por los agentes, que lanzaron granadas aturdidoras en un intento de disuadirlos. Las regiones fronterizas de Macedonia están bajo estado de emergencia debido a la masiva llegada en los últimos días de indocumentados que pretenden atravesar el país para llegar al centro de Europa.

Macedonia mantiene la frontera con Grecia técnicamente cerrada, pero permite el paso de refugiados políticos con cuentagotas. Entre 3.000 y 5.000 personas se agolpan ante la frontera con la esperanza de llegar a Europa. La policía de Macedonia ha permitido este sábado la entrada en el país de en torno a 300 personas a primera hora de la mañana. La estación de tren de Gevgelija se ha convertido en la puerta de entrada para aquellas indocumentadas deseosas de entrar en Europa. Los pasajeros de los trenes regulares que hacen el trayecto desde Grecia a Belgrado serán llevados también en autobuses. Los trenes se destinan únicamente al traslado de las personas indocumentadas, en su mayoría refugiados políticos.

El Gobierno ha reforzado la frecuencia de estos trenes, de forma que hay cinco diarios con capacidad de hasta 700 personas. En la estación de Gevgelija los refugiados han establecido un campamento improvisado con varias tiendas de campaña y la ropa tendida alrededor, aunque los hay que tienen que dormir a la intemperie. Productos de primera necesidad como el agua alcanzan precios desorbitados, según ha podido comprobar Efe.

La línea fronteriza está protegida por la policía y unidades del ejército, que se desplegaron después de que el Ejecutivo macedonio decretase el estado de emergencia el jueves pasado ante la ola de indocumentados que trata de entrar en el país. El ejército se ocupa de patrullar los bosques que rodean el paso fronterizo, pues se han convertido en la ruta más atractiva para los llegados, después de que las autoridades hayan reforzado los controles de entrada.

PROCEDENCIAS Y DESTINOS

Los que esperan son ciudadanos procedentes en su mayoría de Siria, pero también de Pakistán, Bangladés o Somalia. Casi todos quieren llegar hasta Alemania, aunque Suecia está también entre sus opciones preferidas.

Es el caso de Salima, quien espera poder subirse a un tren, junto a sus tres hijos, de uno, cinco y once años, que no se separan de ella ni un instante. "No quiero quedarme aquí, quiero llegar a Alemania. Mi cuñado está instalado allí y ahora queremos ir todos, mi hermana y yo con mi familia", explicó a Efe esta refugiada llegada desde Kobani.

CONFLICTO

Macedonia se ha declarado incapaz de lidiar con el flujo de refugiados; una  situación agravada por las tensiones históricas de los últimos 20 años con  Grecia, ya que ambos países están involucrados en una disputa por el nombre de  Macedonia. La antigua república yugoslava reclama el nombre para sí, mientras  que Grecia reivindica el nombre de Macedonia para una región del norte de su  territorio. Además, las autoridades griegas trasladan a los inmigrantes que  llegan a través del Egeo directamente a la frontera con Macedonia.