AVANCE SOCIAL EN EEUU

Raffi en la Casa Blanca

El histórico fichaje de una mujer transgénero asienta a Obama como el presidente más comprometido con las políticas de igualdad

El fichaje 8Raffi Freedman, en Washington.

El fichaje 8Raffi Freedman, en Washington.

IDOYA NOAIN / NUEVA YORK

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En Transitions for the heart (Transiciones del corazón), un libro del 2012 que recopilaba historias de madres de personas transgénero, Marion Freedman-Gurspan hablaba sobre su hija Raffi -que adoptó en Honduras cuando era un bebé al que llamó Rafael- y confesaba que una de sus preocupaciones era que consiguera «un trabajo decente». Puede tachar el temor de la lista: Raffi Freedman-Gurspan ha sido contratada por Barack Obama.

El martes se anunció que la mujer de 28 años que trabajó en la Legislatura de Massachussets y desde el año pasado era asesora política en Washington DC en el Centro Nacional para la Igualdad Transgénero formará parte de la oficina de personal presidencial. Y su fichaje no solo disipa definitivamente el temor de una madre que vio a su hijo declararse gay a los 12 años y luego cambiar de género cuando estaba en la universidad, sino que hace historia. Nunca antes una persona abiertamente transgénero había trabajado directamente para la Casa Blanca (aunque la Administración de Obama ya había contratado a cargos transgénero en Defensa y la Agencia de Protección Ambiental).

«Un hito»

El histórico fichaje se ha celebrado como «un hito» para y en la comunidad LGBTQ y gente como Carl Sciortino, que trabajó con Freedman-Gurspan en un comité antisida en Massachussetts, lo ve como «un símbolo de progreso». Suma, además, un logro más en el currículum personal de Obama en los avances hacia la igualdad.

El presidente estadounidense ya se había convertido este año en el primero en abogar abiertamente en un discurso sobre el Estado de la Unión por el respeto a los derechos de los transgénero y su Administración había hecho también historia antes. El año pasado, por ejemplo, se anunció que Medicare, el sistema de sanidad pública, cubriría las operaciones de reasignación de sexo y en abril abrió, en un edificio donde trabaja personal de la Casa Blanca, un baño neutral en términos de género, cuando los republicanos intentaban vetar esos baños. «Si no estás en la habitación es imposible que estés en la mesa -ha dicho Wade Henderson, presidente de un grupo de derechos civiles y humanos-. Nuestra nación es más fuerte con Raffi en la Casa Blanca».