LA CRISIS GRIEGA

Las nuevas exigencias a Grecia frenan el acuerdo

El ministro francés Michael Sapin saluda a Yanis Voroufakis, ayer en el Eurogrupo.

El ministro francés Michael Sapin saluda a Yanis Voroufakis, ayer en el Eurogrupo.

SILVIA MARTÍNEZ / BRUSELAS

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Las negociaciones sobre el programa de reformas que deberá poner en marcha Grecia a cambio de seguir recibiendo la ayuda de sus acreedores internacionales siguen sin dar resultados. Este miércoles nuevo maratón negociador en Bruselas y nuevo fracaso. Los contactos al más alto nivel político celebrados durante la jornada entre el primer ministro griego, Alexis Tsipras, y los máximos responsables del Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Central Europeo (BCE) y Comisión Europea se saldaron tras seis horas de conversaciones sin resultados y el Eurogrupo, tras una hora de reunión, desconvocó la cita hasta el mediodía del jueves.

«He informado a los ministros sobre el proceso y los progresos. Desgraciadamente todavía no hemos llegado a un acuerdo pero estamos decididos a continuar noche y día. Volveremos mañana a la una para hacer balance de la situación», anunció su presidente, Jeroen Dijsselbloem, tras el breve encuentro, uno de los más cortos que se recuerdan. Los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro arrancaban su encuentro, el tercero en una semana, pasadas las siete de la tarde. «Estamos en un proceso de negociaciones muy intensas. Estamos haciendo progresos pero hay cuestiones pendientes», admitió el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Domvrovskis.

PESISMISTAS

 «No creo que sean insalvables y espero que haya un acuerdo», añadió el ministro español Luis de Guindos sobre las divergencias, admitiendo que hasta el día 30 de junio en que expira la prórroga del rescate queda todavía tiempo. «Cada vez menos días pero quedan días todavía», indicó. Y es que, la reunión extraordinaria, convocada in extremis el lunes tras la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno, apenas se prolongó una hora. Todavía más pesimistas entraban los ministros de Finlandia, de Alemania o de Austria. «Me sorprendería positivamente si finalmente llegamos hoy [por ayer] a un acuerdo. No podemos desbloquear el tramo final del segundo programa sin condiciones estrictas, necesitamos ver eso en los textos legales», advirtió el crítico Alex Stubb. «Mi sentir es que no hemos avanzado mucho más de donde estábamos el lunes», añadió el alemán Wolfgang Schäuble. «El elemento más difícil sigue siendo la insistencia de Grecia en la reestructuración de la deuda», añadió su colega austríaco, Has Jörg Schelling.

Valoraciones tras una jornada que arrancaba al mediodía con un encuentro al más alto nivel político entre los responsables de las instituciones encargadas de negociar los términos del acuerdo que debe permitir a Grecia acceder a los 7.200 millones de euros que se mantienen bloqueados: Jean-Claude Juncker (Comisión Europea), Christine Lagarde (Fondo Monetario Internacional), Mario Draghi (BCE), Klaus Regling (Mecanismo de rescate) y el propio Dijsselbloem. Todos ellos entraban en la la sede de la Comisión Europea, centro neurálgico de las conversaciones desde hace casi cinco meses, para tratar de acercar posiciones tras el endurecimiento de las posturas del FMI.

EXPECTATIVAS ENFRIADAS

El pasado lunes por la noche, a tenor de las declaraciones de los líderes europeos tras la cumbre extraordinaria convocada por Donald Tusk, el acuerdo parecía hecho. Lagarde enfrió las expectativas y volvió a hacerlo ayer con una contraoferta que enfadó a Tsipras. Según el FMI, Grecia debería elevar el IVA de los restaurantes del 13% al 23%, hacer más recortes en pensiones y eliminar los suplementos a las pensiones más bajas desde 2017 así como adelantar la edad de jubilación a los 67 años. Tsipras respondió que no y acusó a «algunas instituciones» de no querer un acuerdo y rechazar propuestas alternativas que con Irlanda y Portugal si fueron aceptadas.

Pese a este nuevo varapalo las negociaciones seguían anoche en marcha y los máximos responsables del trío de instituciones estaban disponibles para reunirse en el momento en el que Tsipras necesitara. El objetivo sigue siendo intentar llegar a un acuerdo el jueves en un nuevo Eurogrupo extraordinario convocado para la una del mediodía, tres horas antes del inicio de una nueva cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno que si no hay pacto se verá eclipsada por la crisis griega.