La campaña BDS pide a Vicente Amigo que cancele sus conciertos

La campaña de Boicot, Desinversión y Sanciones a Israel (BDS) difundió este martes una carta abierta al guitarrista Vicente Amigo para solicitarle que cancele los dos conciertos que tiene previstos esta semana en el país por solidaridad con la causa palestina.

La misiva, firmada por los artistas Juan Pinilla, El Niño de Elche y Marinah (excantante de Ojos de Brujo) junto a la Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina (RESCOP) y difundida por la página web del BDS España, insta al guitarrista sevillano a que no permita que "un sistema que oprime brutalmente y con total impunidad a todo un pueblo" le utilice "para limpiarse la cara".

"Detestamos que se utilicen el flamenco y las ricas raíces conjuntas de las que surge para normalizar una situación de discriminación racial de 'apartheid' más grave y más profunda que la vivida por la población negra en Sudáfrica", reza la carta.

"La tierra a la que tocas en tu último álbum también es la tierra Palestina que ha sido robada por los israelíes que van a escucharte tocar. Es la misma tierra que llora por sus indígenas palestinos antes de su expulsión. La misma que se lame las heridas provocadas por un muro de hormigón de más de 700 kilómetros que divide a familias enteras condenadas al olvido", añade el texto.

Según los firmantes, los conciertos como los que tiene Amigo programados para el próximo miércoles y jueves en Herzliya y Binyamina, en el norte del país, "forman parte de la estrategia de lavado de cara" a través de "artistas de todo el mundo para dar una imagen de mestizaje, multiculturalidad y tolerancia para que estos valores se asocien con Israel".

La RESCOP también instó recientemente a Javier Limón, Diego Guerrero, Ricardo Moreno, Antonio Serrano, Genara Cortés, Tomatito y acompañantes en Soy Flamenco (El Cristi, Simón Román, Kiki Cortiñas, David Paniagua y El Piraña) a que no participen en el Festival Méditerranée de Ashdod, que dará comienzo este jueves.

La campaña BDS consiguió el mes pasado convencer a Marinah, que también había confirmado su participación en ese festival, para que cancelase su actuación y se adhiriese a la campaña. El movimiento de boicot, iniciado por organizaciones de la sociedad civil palestina hace ya una década, ha ganado publicidad y adeptos en los últimos meses, hasta el punto de que dirigentes israelíes lo han calificado de "amenaza estratégica".