tiroteo en italia

Un empresario arruinado mata a tres personas en un juzgado de Milán

Dos de las víctimas son un exabogado del agresor y el juez que investigó el caso

Uno de los heridos en el tiroteo de Milán recibe atención frente al edificio del juzgado, ayer.

Uno de los heridos en el tiroteo de Milán recibe atención frente al edificio del juzgado, ayer.

IRENE SAVIO
ROMA

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Un juez, un abogado y un imputado perecieron ayer en un insólito tiroteo ocurrido en el Palacio de Justicia de Milán que, si no hubiera sido por su trágico y real desenlace, hubiera parecido la trama de una novela negra. El responsable del ataque fue identificado como Claudio G., un empresario del sector de la construcción, de 57 años de edad, acusado en un juicio por bancarrota fraudulenta que se estaba llevando a cabo cuando el hombre decidió dar inicio a la matanza. Las víctimas son todas personas relacionadas con el proceso contra él.

Según las primeras reconstrucciones de los hechos, el hombre entró armado en el edificio usando un falso carnet de identidad profesional de un magistrado, lo que le permitió el acceso a través de una entrada destinada a periodistas y funcionarios del tribunal. Una vez en el interior del lugar, estuvo durante unos minutos en la sala donde se debatía su caso, para luego tomarse la justicia por su mano. Así, acabó con la vida de las tres víctimas -su antiguo abogado, un exsocio, y un juez que había investigado su caso- mientras que otras dos personas resultaron heridas, una de gravedad.

Acto seguido, huyó del sitio y fue arrestado por la policía cuando ya estaba en las cercanías de un centro comercial de Vimercate, a 30 kilómetros de Milán.

POLÉMICA POLÍTICA / El suceso desató también una polémica política. «[Este incidente] ha puesto en evidencia fallos en el sistema de seguridad. Está claro que si ha sido posible introducir un arma en el tribunal, ha habido algo que no ha funcionado», declaró el primer ministro, Matteo Renzi. «Los magistrados están en primera línea. Por eso, es necesario decir 'basta' a las palabras de descrédito contra ellos», añadió el presidente italiano, Sergio Mattarella.

No faltó también quien señaló que la acción del empresario se produjo en un momento en que se detecta un aumento de los casos de personas que, exasperadas por la crisis económica y las deudas, llegan a acciones extremas. Así lo destacaba un reciente informe de la Universidad Link Campus University de Roma, según el cual, el número de personas que se han suicidado por la crisis se ha multiplicado por dos en los últimos tres años (de 89 en el 2012 a 201 el año pasado). «Quería vengarme de aquellos que me dejaron en la ruina», se justificó ayer el empresario convertido en asesino.