TENSIONES ENTRE OFERTA Y DEMANDA

La pesadilla del racionamiento toma Venezuela

Cola ante un Zara en Venezuela, este pasado fin de semana.

Cola ante un Zara en Venezuela, este pasado fin de semana. / periodico

EDUARDO LÓPEZ ALONSO / BARCELONA

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Los clientes de Zara en Venezuela solo pueden comprar cinco prendas al mes. Sorprendente, pero cierto. Los medios locales se han hecho eco este fin de semana de la noticia de que el racionamiento ha sido impuesto por la empresa que gestiona (a modo de franquicia) las marcas de la española Inditex en el país. El objetivo de la medida ante la avalancha de clientes es minimizar los estantes vacíos, como consecuencia de las dificultades para reponer el género. La empresa ha definido incluso qué tipo de compras puede hacer cada cliente, según informa la prensa local: un máximo de cinco piezas por persona, y solo tres pueden ser prendas superiores. Por ejemplo, se pueden comprar tres camisas, chaquetas o suéteres y dos pantalones o faldas.

La orden del Gobierno de vender productos "a precios justos" ha tenido un efecto colateral inesperado. Como consecuencia del control de márgenes comerciales, los precios finales de Zara son tan bajos que los clientes se han lanzado a aprovechar la coyuntura. El funcionamiento interno de Zara casa poco con el control de precios, especialmente si la reposición de estantes y la velocidad de venta no van al mismo ritmo. El resultado ha sido la limitación de venta de productos, algo que favorece en algunos casos al prestigio de marca de la firma española, que escala en la percepción de valor de sus clientes. En cualquier caso, el resultado es anacrónico desde Occidente y perjudica claramente la imagen internacional de Venezuela y de su presidente, Nicolás Maduro.

PLAN FELIZ NAVIDAD

Lo que sucede con las tiendas de Zara es una derivada de la política económica del Gobierno. La denominada Superintendencia de Precios Justos de Venezuela (Sundde) decidió en el marco del Plan Feliz Navidad mantener "precios justos" en todos los productos para resguardar el poder adquisitivo de los venezolanos en días tan señalados y paga extra, que amenazaban con disparar la inflación (sin datos oficiales al respecto).

TENSIÓN DE MERCADO

Y es que en Venezuela para llenar el carrito del supermercado o ir de compras hay que llenarse de paciencia incluso en productos básicos. Mientras los empresarios consideran que el desabastecimiento es el resultado de la política gubernamental, la inestabilidad y la tasa de cambio, el Gobierno culpa de las ineficiencias a una campaña orquestada por la oposición para desestabilizar la acción del Ejecutivo. Limitar el volumen de compras en un establecimiento de moda parece llevar el fenómeno iPhone a otros ámbitos, pero tener dificultades para encontrar papel higiénico en los comercios supone un símbolo de alarma en la órbita de lo imprescindible.

PRECIOS DEL PETRÓLEO

La pugna entre las leyes de mercado y la acción gubernamental tiene el trasfondo de otra guerra de precios todavía más incontrolable para el Gobierno de Maduro. Los ingresos de Venezuela han caído un 30% en el último mes por la caída sostenida de los precios internacionales del petróleo, su principal producto de exportación, y el Gobierno sigue evaluando la subida de los combustibles en el mercado interno. Venezuela, el país con las mayores reservas de petróleo del mundo, recibe un 96% de sus ingresos en divisas de la venta del crudo, cuyo precio en los mercados internacionales está en valores mínimos en cuatro años. Mientras los países del golfo Pérsico se muestran cómodos con las actuales cotizaciones del crudo, Venezuela necesita un alza de precios para sufragar sus políticas internas.