CHOQUE DIPLOMÁTICO

Espías dobles en Berlín

La fiscalía alemana descubre en siete días a un segundo agente que estaría pasando información a EEUU, esta vez desde Defensa

Reunión 8 Merkel, con su Gabinete, ayer en Berlín.

Reunión 8 Merkel, con su Gabinete, ayer en Berlín.

J. M. FRAU
BERLÍN

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«Tales prácticas deben suspenderse inmediatamente», concluía un comunicado del Gobierno alemán cuando supo, en octubre del año pasado, que los servicios secretos de EEUU controlaban el teléfono móvil de la cancillera Angela Merkel. Sin embargo, desde entonces, las noticias sobre el espionaje de las agencias estadounidenses en suelo alemán son cada vez más frecuentes.

Ayer, la Fiscalía General alemana confirmó que está investigando un nuevo caso de espionaje y que se están llevando a cabo registros en la vivienda y el lugar de trabajo en Berlín de un presunto agente de EEUU. No se hizo público el nombre de la persona investigada, pero el ministerio de Defensa confirmó que se trata de alguien que trabaja en su ámbito. Por lo tanto, el propio ministerio, el Ejército o los servicios militares de contraespionaje pueden estar afectados por este nuevo caso de espionaje. El viernes de la semana pasada, la Fiscalía informó que días antes había sido detenido un trabajador de los servicios secretos alemanes (BND), acusado de filtrar informaciones, durante dos años, para el espionaje estadounidense. Es decir, un doble agente que, a cambio de unos 25.000 euros, habría vendido cientos de documentos.

Debido al caso del doble agente conocido la semana pasada, el embajador de EEUU en Berlín, John B. Emerson, fue llamado por el ministerio alemán de Exteriores para dar explicaciones, una convocatoria que se repitió ayer.

Los socialdemócratas, actuales socios de Merkel en el Gobierno de coalición, exigen que finalicen inmediatamente las actividades de espionaje de Washington en Alemania, y la debilitada oposición, Die Linke y Los Verdes, reclaman explicaciones sin éxito.

Washington se limita a emitir escuetos comunicados, o el clásico «sin comentarios». Y las respuestas de los portavoces del Gobierno de Merkel tienden a apelar a la importancia de las relaciones de dos aliados tradicionales, como EEUU y Alemania, y a recordar que todo lo concerniente a los servicios secretos son cuestiones delicadas que afectan a la seguridad.

Después de días de silencio, el presidente de la CIA y hombre de confianza del presidente Obama, John Brennan, se puso en contacto telefónico con el coordinador de los servicios secretos alemanes, Klaus Dieter Fritsche. que depende de la cancillería. No ha trascendido el contenido de la conversación, pero está claro que la intención de Brennan es limitar los daños que los casos de espionaje están provocando a la imagen de la CIA tanto en Alemania como en EEUU.

Por su parte, el portavoz de Obama, Josh Earnest ha confirmado que se están produciendo contactos entre los responsables de seguridad y a nivel diplomático, para intentar solucionar los problemas entre Washington y Berlín.