Letonia se convierte en el país número 18 de la eurozona

El escepticismo de la población respecto a la moneda única ha ido descendiendo en las últimas semanas

El primer ministro de Letonia, Valdis Dombrovskis, muestra el primer billete de 10 euros, este miércoles en Riga.

El primer ministro de Letonia, Valdis Dombrovskis, muestra el primer billete de 10 euros, este miércoles en Riga. / IK/nl

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Letonia, uno de los países más golpeados por la crisis económica, se ha convertido este miércoles, primer día del 2014, en el decimoctavo miembro de la Unión Europea que asume el euro como moneda, a pesar de los recelos de su población, dividida sobre la conveniencia de este paso.

Nada más iniciar su andadura el nuevo año, el primer ministro letón, Valdis Dombrovskis, ha retirado un billete de 10 euros de un cajero automático instalado en un escenario en la plaza Republikas, en el centro de Riga. En la ceremonia para celebrar la puesta en circulación de la moneda común en Letonia ha participado el primer ministro de Estonia, Andrus Ansip, cuyo país adoptó el euro hace tres años.

"Es un gran acontecimiento, no solo para Letonia, sino para la propia zona del euro, que se mantiene estable, atractiva y abierta a nuevos miembros", ha destacado el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, en su mensaje de felicitación a los letones. Según Barroso, la incorporación de Letonia a la eurozona es resultado de los "impresionantes esfuerzos y la firme determinación de las autoridades y el pueblo de Letonia".

Recelos entre la población

Sin embargo, la llegada del euro no ha causado entusiasmo entre los letones, que temen que la adopción de la divisa común se traduzca en subidas de precios y nuevos ajustes económicos. Hace poco más de un año, solo el 13% de los letones respaldaba la adopción del euro.

El presidente de Letonia, Andris Berzins, ha explicado por activa y por pasiva que el país no tenía otra alternativa que adoptar la moneda común porque a ello se había comprometido en el momento de entrar en la Unión Europea, en el 2004. "No tenemos otra opción. Estamos atados al euro". Con estas palabra Berzins rechazaba las demandas de la oposición de someter a referendo la adopción de la moneda común.

El escepticismo ciudadano se ha ido moderando y en diciembre el 53% apoyaba la unión monetaria, según datos de Eurostat. A ello ha ayudado la potente campaña en favor del euro lanzada por el Gobierno letón y los primeros síntomas de recuperación en la eurozona. En vísperas de la puesta en circulación de la divisa común, Berzins ha admitido que, como todos los letones, lamenta la desaparición del lat, pero ha destacado que el euro representa "un escalón más hacia la libertad".

Transición pautada

El ministro de Finanzas letón, Andris Vilks, ha apuntado que la transición al euro debería transcurrir sin mayores inconvenientes, como ocurrió en la vecina Estonia. Los lats podrán ser cambiados a un tasa 0,702804 lats por euro sin límite de tiempo ni de cantidad únicamente por el Banco Central de Letonia, mientras que en otras instituciones financieras este plazo será solo de seis meses.

Las próximas dos semanas el lat y el euro circularán de forma conjunta, pero los comercios darán cambio solo en la moneda común, que será la única que se podrá retirar de los cajeros automáticos.