Crisis poselectoral en Italia

Grillo planta cara a los seguidores que le piden que forme Gobierno

Un seguidor del M5S escucha a su líder, Beppe Grillo, en Roma.

Un seguidor del M5S escucha a su líder, Beppe Grillo, en Roma.

IRENE SAVIO
ROMA

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Ya a nadie se le escapa que Beppe Grillo tiene muchos conejos en su chistera. Y que, para salirse con la suya, está dispuesto a tensar la cuerda hasta el límite. La incógnita es si es capaz de afrontar, con éxito, las rebeliones en el seno de su formación, el Movimiento Cinco Estrellas (M5S), el único que puede sacar a Italia de la parálisis política en la que se encuentra tras la cita electoral del fin de semana.

Pero he aquí el problema de fondo. A Grillo no le gusta el compromiso. Eso a pesar de que la primera grieta en las posturas de M5S no ha venido de sus adversarios políticos. Más bien todo lo contrario. Está siendo esa gente cuya rabia el cómico tan bien supo canalizar durante la campaña electoral, su base electoral, la que ha puesto en discusión su negativa a un acuerdo con el Partido Democrático (PD) -con una mayoría en el Congreso, pero no en el Senado- para que forme Gobierno.

En concreto, la sublevación de una parte de los grillini (seguidores de Grillo) la desencadenó una joven, Viola Tesi, de 24 años. «Estas elecciones le han costado a Italia 400 millones de euros», le recordó a Grillo en su petición enviada a través de internet, el único medio que usan los del M5S para comunicarse entre ellos. Le conminó así a aceptar el pacto con el PD y evitar nuevos comicios.

En pocas horas, fueron 50.000 los que firmaron llamamientos como el de Tesi, con el argumento de que solo apoyando a un Gobierno se podrán aprobar las leyes que el M5S promueve. «Los elegidos por el M5S tienen un ocasión histórica. Podemos acabar con el regreso de Berlusconi y obligar a Bersani a aceptar nuestros desafíos», escribieron.

El traspié de los suyos, sin embargo, enfureció al cómico genovés. «Durante meses los han mandado a la m... ¿ahora, de repente, ustedes quieren aliarse con Bersani?», escribió Claudio Messora, uno de los lugartenientes del cómico. «No os dejéis engañar y, con lucidez, volved a poner cada cosa en su lugar», agregó Messori.

PRIMER MINISTRO PROPIO / Y Grillo incluso echó más leña al fuego. «Si es verdad que el Partido Democrático (PD) y el Pueblo de las Libertades (PDL) quieren la gobernabilidad, lo que pueden hacer es votar a un primer ministro del M5S», propuso a través de un mensaje en Twitter. Sin tapujos. Después, además, argumentó que la protesta era un invento de la prensa. De ahí que Bersani, el jefe de los progresistas, terciara.

Inerme ante el espectáculo, Bersani pidió a Grillo, una vez más, que asuma sus responsabilidades. «Nosotros respetamos a los electores, Grillo también debería. Basta ya de bromas. Lo que tiene que decirme, me lo dirá en el Parlamento, delante de los italianos», recalcó el líder de centroizquierda.

En este clima de confusión, los observadores ya no saben qué esperar. Razón por la cual ya pocos hacen previsiones, sobre todo teniendo en cuenta lo intransigente que puede llegar a ser Grillo. Si no que se lo pregunten a Giovanni Favia, elegido en las listas regionales de M5E en Módena y expulsado en diciembre pasado de la formación por divergencias con el cómico.