EL NOBEL DE LA PAZ 2011

La voz contra el despotismo de Alí Abdulá Saleh

Tawakul Karman movilizó a los estudiantes yemenís para protestar contra el régimen y reclamar cambios sociales

Tawakul Karman hace el signo de la victoria tras conocer que había ganado el Nobel de la Paz, este viernes, en Saná.

Tawakul Karman hace el signo de la victoria tras conocer que había ganado el Nobel de la Paz, este viernes, en Saná. / AJ/JB

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Tawakul Karman, distinguida con elPremio Nobel de la Paz 2011 junto a las liberianasEllen Johnson-Sirleaf  yLeymah Roberta Gbowee por su lucha en favor de la paz, es una de las líderes delmovimiento opositor surgido en Yemen contra el régimen del presidente Alí Abdulá Saleh, que dirige el país con mano de hierro desde hace más de 30 años.

Mucho antes de que el pasado enero estallaran las revueltas de laprimavera árabe en Egipto y Túnez, que luego se han extendido a países como Yemen o Libia, Karman ya trabajaba activamente en favor de losderechos humanos. Ello la ha convertido en uno de losiconos de la oposición. Nacida en 1979 y madre de tres hijos, lleva desde el 2007 organizando manifestaciones y acampadas contra el régimen. Coordina el llamado Consejo de los Jóvenes de la Revolución Árabe y es presidenta de la organizaciónMujeres periodistas sin cadenas, que creó en 2005.

"Soy una ciudadana del mundo, la tierra es mi patria y la humanidad es mi nación", escribe Karman en el perfil de su página de Facebook, que utiliza, al igual que otros sitios web, para difundir su lucha por las libertades y los derechos. Una lucha que vive a diario desde sutienda de campaña en la plaza de Al Taguir de Saná.

Líder de la oposición

Cabeza visible del movimiento opositor, fuearrestadaincluso antes de que estallaran las protestas, el pasado 24 de enero, pero poco después fue liberada y en seguida volvió a la carga contra el régimen. Tanto es así que el 29 de enero ya participó en una nueva manifestación, impulsó elDía de la Rabia del 3 de febrero, similar a los que habían inspirado las revueltas árabes enEgipto y Túnez, y el 17 de marzo volvió a ser detenida.

Como si de una premonición se tratara, sus artículos publicados en el 2006 y el 2007 ya anunciaban el estallido revolucionario en el Yemen, lo que le costó la cárcel. Actualmente son reeditados por los diarios partidarios de la revolución y leídos por unos ciudadanos que claman "Saleh, vete a casa".

Karman, que se define ideológicamente como moderada, pertenece alPartido de Reforma Islámica (Al Islah), brazo político del grupo conservadorHermanos Musulmanesy principal fuerza política opositora. La activista viste el tradicional velo islámico o hiyab en vez del niqab que cubre todo el cuerpo de las musulmanas y que es muy habitual en este país profundamente conservador. Lo hace para compatibilizarlo con su trabajo de activista social, a pesar de las críticas de los islamistas radicales.

Su vocación de periodista ya le puso en 2007 en contra de las autoridades, que se negaron a concederle una licencia de radio y prensa para su organización feminista y no tardó en recibir amenazas de muerte por teléfono. Hasta ahora, Karman era más conocida en el interior del Yemen que en el exterior, a pesar de que en marzo de 2010 fue galardonada en Nueva York con elPremio Internacional de Mujeres con Valentía.