Elecciones en una dictadura

La nobel de la Paz Suu Kyi, excluida y en arresto domiciliario

La activista puede ser puesta en libertad en los próximos días

A. F.
PEKÍN

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La birmana más célebre no estará en las papeletas y ni siquiera votará hoy. Aung San Suu Kyi, premio Nobel de la Paz, no puede presentarse a las elecciones porque la ley se lo prohíbe. Recientemente aclaró que tampoco votaría, pero se cuidó de no alentar al boicot para no incurrir en otro delito que prorrogara aún más su condena.

Suu Kyi ha pasado 15 de los últimos 21 años encarcelada o en arresto domiciliario. En agosto del 2009 fue declarada culpable por alojar dos noches en su casa de Rangún a un estadounidense.

La Liga Nacional de la Democracia, el partido que encabezaba y que arrasó en las elecciones de 1990, se ha disuelto. La decisión de Suu Kyi de retirarlo de las elecciones fue muy debatida entre sus acólitos. Algunos pensaron que los comicios eran una farsa inútil, pero otros defendían que eran mejor que nada. Estos últimos han creado un partido que sí participa. Suu Kyi ha mostrado bastante desdén hacia sus excompañeros.

PAPEL POSELECTORAL / La proximidad de las elecciones ha alimentado los rumores acerca de su liberación. «Noviembre será un mes muy ajetreado para nosotros, por las elecciones y la liberación de Suu Kyi», dijo recientemente un militar. Las especulaciones se acumulan sobre la fecha exacta (el próximo sábado, día 13, es la más probable), el alcance de la libertad que se le concederá y el papel que jugará en el escenario poselectoral. La credibilidad del proceso pasa por incluir a la figura más carismática e influyente en la población y en el exterior. Uno de los hijos de Suu Kyi ha pedido un visado para entrar en Birmania coincidiendo con su supuesta liberación.

La lucha democrática dela Dama,como la conocen los birmanos, le ha costado un alto precio personal. Cuando fue arrestada por primera vez, sus hijos tenían 11 y 16 años. Ambos fueron criados en el Reino Unido por su marido, el académico inglés Michael Aris, quien murió en 1999 de un cáncer de próstata sin haber visto en los últimos tres años a su esposa.