Conflicto en Asia Central

Urnas, guerra y corrupción

Afganistán prepara comicios legislativos ante la atenta mirada de EEUU y la UE

EL PERIÓDICO
BARCELONA

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Afganistán se enfrenta este sábado a un nuevo desafío electoral, las elecciones legislativas, que se celebrarán bajo la amenaza de los talibanes y bajo la tutela y supervisión de un estado débil y en grado sumo corrupto. La comunidad internacional, en especial Estados Unidos y la Unión Europea (UE), prestan especial atención a estos comicios que han de dar cuenta, entre otras cosas, del grado de estabilidad del Gobierno que dirige el presidente del país, Hamid Karzai.

Lo que parecía ser un paseo militar hace nueve años, cuando EEUU y sus aliados invadieron Afganistán y acabaron con el régimen integrista talibán, se ha convertido a lo largo de los años en una auténtica pesadilla para el Ejército estadounidense y los soldados de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF), formada por 47 países (28 miembros de la OTAN, entre los que se encuentran todos los de la UE, excepto Chipre y Malta). Los propios mandos militares reconocen que, a pesar de la enorme superioridad bélica, la guerra no se está ganando y que los talibanes toman fuerza.

En lo que va de guerra han muerto 600 militares europeos y unos 1.200 estadounidenses. Muchos más han sido, sin duda, los civiles afganos fallecidos y no pocos bajo las bombas de los aliados. La opinión contraria a la presencia militar extranjera en Afganistán gana adeptos a marchas forzadas en los países occidentales implicados, y no solo por la pérdida de vidas humanas, sino también por el enorme esfuerzo económico que representa.

SALIR CUANTO ANTES / La presión popular puede hacer que los gobiernos de algunos países se vean obligados a salir cuanto antes del avispero afgano. Alguno, como Holanda, ya está por la labor. El pasado mes de febrero, el Gobierno de coalición holandés saltó por los aires por la falta de acuerdo entre democristianos y laboristas sobre la permanencia de sus soldados en territorio afgano después de este verano.

Si no hay cambios de última hora la participación de Holanda habrá tocado a su fin antes de que acabe este año. La guerra afgana se cobró meses después otra víctima política en Europa. El presidente de Alemania, Horst Köhler, tuvo que dimitir tras declarar que su país estaba en Afganistán por intereses económicos.

Ayer, en Bruselas, el secretario general de la OTAN, el danés Ander Fogh Rasmussen, pidió a los aliados que «sigan comprometidos» en Afganistán, incluso que aumenten su participación en la campaña bémica. Rasmussen advirtió a los estados miembros de la Alianza Atlántica que una retirada prematura comportará que «los talibanes y Al Qaeda vuelván y los terroristas se extiendan por Asia Central».

Pero el futuro de la guerra y del repliegue militar está estrechamente ligado a los resultados de la estrategia política y militar de EEUU, diseñada por la Casa Blanca y por el general estadounidense David Petraus, comandante en jefe de las tropas extranjeras en Afganistán.

MITAD DE EFECTIVOS / El presidente de EEUU, Barack Obama, se daría con un canto en los dientes si logra llevar a cabo su calendario de retirada progresiva de los 100.000 soldados que el Pentágono tiene desplegados en el país asiático. El plan es empezar a retirar unidades a partir de la segunda mitad del 2011 con el objetivo de llegar al 2012, año que Obama afrontará su reelección a la Casa Blanca, con la mitad de efectivos en territorio afgano.

Pero el presidente de EEUU sabe que no será posible llevar a cabo el repliegue sin éxitos militares y sin un Gobierno afgano fuerte y eficiente, que acabe con la lacra de la corrupción. «La única manera de conseguir un Gobierno estable es si los afganos sienten que sus líderes les protegen, y la única manera es reducir la corrupción», afirmó Obama la semana pasada.

En las elecciones presidenciales del año anterior hubo numerosas denuncias de fraude a favor de Karzai. Habrá que ver qué pasa el sábado, pero de momento las irregularidades y la violencia han protagonizado la campaña electoral.