ESCAPE RADIACTIVO

Bruselas avala la correcta actuación de las autoridades españolas en la fuga de Ascó

"El riesgo para la población parece ser insignificante y no se ha identificado ningún caso de contaminación", afirma la Comisión Europea

EUROPA PRESS
BARCELONA

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La Comisión Europea ha avalado la actuación del Consejo de Seguridad Nacional (CSN) y de las autoridades españolas en la fuga radiactiva ocurrida el pasado noviembre en la central nuclear de Ascó (Ribera d'Ebre), según un documento que se hará público esta semana. En el informe, la Comisión califica de "competente" la actuación de los organismos responsables de la seguridad nuclear y constata que "hasta ahora no se ha identificado ningún caso de contaminación" y que el riesgo para la población "parece ser insignificante".

Bruselas envió el pasado martes a tres expertos al complejo nuclear que se encargaron de verificar las medidas de control administrativo, operativo y de calidad que se adoptaron tras conocerse el incidente hace un mes. Según el informe, "la información remitida y los resultados presentados a la Comisión Europea demuestran la eficiencia y efectividad del sistema de control y vigilancia activado en el lugar".

El Consejo de Seguridad Nacional (CSN) fue quien invitó a miembros de la Comisión Europea a visitar la central de Ascó para obtener de primera mano "información completa" sobre el escape que denunció la organización ecologista Greenpeace. Ayer viajaron a Tarragona y recibieron información detallada sobre la secuencia de los hechos por parte del operador de la central y del mismo CSN.

Programa de protección de salud

En el documento, la Comisión constata que los responsables de la central notificaron la existencia del escape al Consejo de Seguridad Nuclear el pasado 4 de abril. El CNS empezó "inmediatamente y de forma extensa" una investigación y una serie de inspecciones a la central y a sus alrededores.

"Tan pronto el operador reconoció la incidencia, empezó bajo la supervisión del Consejo de Seguridad Nuclear un programa de protección de salud", constata Bruselas. Además de llevar a cabo esta monitorización sobre una posible contaminación, el CSN puso en marcha un programa independiente de seguimiento con el apoyo del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat). Se hizo con el objeto de identificar contaminación radiactiva. Más de 1.500 trabajadores y visitantes han sido analizados y el programa se mantiene. "Hasta ahora, no se ha identificado ningún caso de contaminación".

Inmediatamente después de que el CSN fuera advertido por el gestor de la planta, se puso en marcha un programa coordinado para identificar la naturaleza y extensión del incidente radiactivo. Se activó un programa extenso para localizar a su vez partículas radiactivas. "Casi todas las partículas fueron detectadas dentro del área limitada de la central", recoge el informe. Desde el punto de vista de protección radiactiva, la Comisión Europea sostiene que "el riesgo para la población "parece ser insignificante". Además, recuerda el compromiso del CSN de aportar más información sobre la gestión de la crisis.

Vertido en noviembre

El escape de partículas con radiactividad se produjo el pasado 29 de noviembre, tres días después de que hubiera una primera fuga de material radiactivo mientras se hacían los trabajos de limpieza en uno de los edificios de la central nuclear --el edificio de combustible de la central Ascó I--, que en un principio solo afectó al sistema de ventilación de la central.

Greenpeace destapó la existencia de fuga radiactiva hace un mes. La misma organización ecologista se dirigió la pasada semana a la Comisión Europea para pedir su intervención y un análisis independiente del escape radiactivo. En el texto de la denuncia remitido a la Comisión, Greenpeace expuso los hechos ocurridos, desde el inicio del vertido en noviembre hasta abril. "Todos estos hechos eran, total o parcialmente, conocidos tanto por los gestores de la planta, como por el inspector local del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), que es el organismo encargado de regular los asuntos nucleares; pero el público no fue informado", recogía el texto.