Cuatro entradas en dos semanas

Preocupación vecinal en la zona de la Remunta de L’Hospitalet tras una oleada de robos en trasteros

Los residentes del barrio reclaman a las administraciones un refuerzo de la seguridad en la zona para evitar nuevos sucesos similares

Archivo - Coche de los Mossos d'Esquadra

Archivo - Coche de los Mossos d'Esquadra / ARCHIVO

Àlex Rebollo

Àlex Rebollo

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Nos han entrado cuatro veces en 17 días”. Lo denuncia Alfonso, uno de los vecinos afectados por los robos que han castigado a los vecinos de una comunidad del barrio de la Remunta de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelonès) y que reclaman a las administraciones un refuerzo de la seguridad en la zona para evitar nuevos sucesos similares.

“En cada robo hemos notificado dichos actos vandálicos tanto a Ayuntamiento, Mossos d’Esquadra y Guardia Urbana, para alertarlos de lo que está ocurriendo en el barrio”, dice Carmen Arias, presidenta de la Asociación de Vecinos la Remunta.

Con todo, Arias señala que han solicitado una reunión con el consistorio y los cuerpos policiales -y que está prevista para esta semana-, en la que les pedirán “cuál es el plan de actuación que van a tomar”. “Esta situación es insostenible”, lamenta la presidenta de la asociación vecinal.

Desde el Ayuntamiento de L’Hospitalet afirman ser conscientes de la situación y explican que ya han comentado la situación con los Mossos d’Esquadra “para intensificar la vigilancia entre los dos cuerpos policiales en la zona”. Por su parte, desde la policía catalana comentan que actualmente están recabando información para conocer el número concreto de denuncias y coordinándose con la Guardia Urbana.

Cada vez "más destrozos"

Alfonso, unos de los vecinos afectados, explica que en la primera entrada, ocurrida a mitad de septiembre, se llevaron herramientas de algunos de los trasteros de la comunidad, compuesta de varios bloques, después de “reventar la puerta del párquing y de los trasteros con palanca”. Desde entonces dice que han ido entrando hasta un total de cuatro veces, las últimas, ocasionando “mayores destrozos” que la primera. “La tercera vez que entraron ya registraron todo y se llevaron hasta comida, aceite o bicicletas”, comenta Alfonso.

Tras ello, a la espera de que la comunidad ponga cámaras, Alfonso relata que él mismo optó por instalar una cámara con sensor de movimiento que avisara si alguien entraba. No tuvo que esperar mucho. Este vecino señala que el pasado sábado se produjo una nueva entrada, aunque “se movieron muy rápido” y la cámara apenas captó a los ladrones, además de que no saltó el aviso.

Sí que lo hizo al detectar a otro vecino que venía de tomar algo y que se encontró con los trasteros, de nuevo, reventados. Tras ello, Alfonso y otros dos vecinos avisaron a la policía y salieron a la calle. Al poco rato, explica, se cruzaron con tres jóvenes y les preguntaron si habían visto algo.

“Al principio no nos dimos cuenta, pero estábamos hablando con los ladrones”, dice Alfonso, que explica que se dieron cuenta al comprobar que uno de los chicos vestía igual que el supuesto ladrón que había entrado un rato antes y al que, aunque poco, había capturado su cámara. Sin embargo, comenta que poco más pudieron hacer. “Les seguimos un rato a la espera de que llegara la policía, pero les perdimos”, destaca.