Efecto 'mancha de aceite' de 2017 a 2022

El precio del alquiler ya sube más en el área metropolitana que en Barcelona

En 16 ciudades, casi la mitad de la conurbación barcelonesa, el precio medio de los arrendamientos se ha incrementado más que en BCN en los últimos cinco años

La proporción de renta destinada a alquiler en el área metropolitana de Barcelona es la más alta de la Unión Europea, según el Observatori Metropolità de l'Habitatge

Mapa del precio del alquiler en el área metropolitana de Barcelona.

Mapa del precio del alquiler en el área metropolitana de Barcelona. / Infografía EL PERIÓDICO

Francisco José Moya
Àlex Rebollo
Manuel Arenas
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El encarecimiento del alquiler en Barcelona, una de las provincias españolas -junto con Málaga, Balears y València- más caras para rentar este 2022 según el nuevo Índice de Precios de la Vivienda en Alquiler del Instituto Nacional de Estadística (INE), hace tiempo que dejó de ser únicamente preocupación del 1,6 millones de habitantes de la ciudad condal, hoy pendiente de cómo queda configurada la regulación de los alquileres tras tumbar el Tribunal Constitucional la ley catalana, estas semanas sobre la mesa de negociación de los Presupuestos Generales.

La 'mancha de aceite' del incremento de precios de los arrendamientos barceloneses se ha ido extendiendo con los años y hoy alcanza a prácticamente la mitad de las ciudades del área metropolitana de Barcelona, conurbación habitada por 3,3 millones de personas, tal y como muestran los datos del Departament de Drets Socials de la Generalitat de Catalunya, actualizados a fecha de junio de 2022 y obtenidos a partir de las fianzas de arrendamientos depositadas efectivamente en el Institut Català del Sòl (INCASÒL).

Tomando como referencia el precio medio del alquiler en Barcelona y periodos de cinco años, de 2015 a 2019 tan sólo un puñado de ciudades -Sant Feliu de Llobregat, Santa Coloma de Cervelló, Pallejà y L'Hospitalet de Llobregat- registraban incrementos de precio superiores al de la gran ciudad, cuyo alquiler mensual medio del 2019 se situó en 964,81 €, un 33,18% por encima del de 2015 (734,94 €).

Sin embargo, la cantidad de urbes que en el último lustro registran un incremento superior al barcelonés se disparó a partir del 2020, año de la irrupción de la pandemia del covid-19, y en la actualidad son 16, casi la mitad del área metropolitana, las ciudades -mayoritariamente adyacentes a la capital- que registran, entre 2017 y 2022, mayor incremento que Barcelona del precio medio del alquiler, tal y como puede observarse en el siguiente mapa.

Sergio Porcel, responsable de Cohesión Urbana del Institut d'Estudis Regionals i Metropolitans de Barcelona (IERMB), corrobora el fenómeno: "Las dificultades para acceder al alquiler se están efectivamente extendiendo a las dos coronas metropolitanas". A juicio de Porcel, se trata de "una tendencia muy preocupante" porque en muchas de las ciudades metropolitanas "las rentas son más bajas que en Barcelona, factor que agrava la pobreza: por tal de poder costear el alquiler, vemos cómo la población está dejando de cubrir necesidades básicas".

Entre 2017 y 2022, si en Barcelona el precio del alquiler medio ha crecido un 11,76%, el incremento se ha recrudecido en municipios como Sant Just Desvern (+32,26%); Sant Adrià de Besòs (+24,80%); Badalona (+22,19%); Santa Coloma de Gramenet (+17,81%); Ripollet (+16,98%); El Prat de Llobregat (+15,99%); L'Hospitalet de Llobregat (+15,92%); o Cornellà de Llobregat (+15,69%).

Para contextualizar estos incrementos es importante tener en cuenta que en este mismo periodo, entre diciembre de 2017 y junio de 2022, el Índice de Precios de Consumo (IPC) se incrementó un 14,6%, según datos del INE, dato levemente superior al de la subida de los alquileres en Barcelona pero muy inferior al del aumento del precio medio del alquiler en las citadas localidades metropolitanas.

Dos personas pasan frente a un cartel de 'Se alquila' en Badalona.

Un cartel de 'Se alquila' en Badalona. / Zowy Voeten

El ranking local de alquileres

Al tiempo que la base de ciudades donde el precio del alquiler se incrementa más que en Barcelona se ha ido ensanchando con los años, lo que se ha mantenido estable año a año es la cantidad de ciudades donde alquilar es más caro que en la capital, aunque éstas sí han ido intercambiando posiciones en la parte alta del ranking de precios.

Según los últimos datos del precio medio del alquiler entre enero y junio de 2022, las ciudades metropolitanas más caras para arrendar hoy son Sant Cugat del Vallès (1.208,1 €); Sant Just Desvern (1.179,7 €), Tiana (1.009 €); Castelldefels (999,3 €) y Begues (988 €). Inmediatamente después aparece en la tabla Barcelona (980,45 €), seguida de Montgat (906,15 €); Gavà (895,8 €); Sant Joan Despí (877,46 €); y Esplugues de Llobregat (839,86 €).

Por su parte, la zona baja de la tabla queda protagonizada por Badia del Vallès (320 €); Santa Coloma de Gramenet (623,4 €); Montcada i Reixac (625,4 €); Ripollet (632,14) y El Papiol (651,8 €), única ciudad de todo el área metropolitana de Barcelona en que el precio medio del alquiler ha disminuido -aunque muy levemente, un 2,5%- en el último lustro.

Más caro no implica más esfuerzo

En términos de la proporción que representa el coste del alquiler sobre el total de ingresos disponibles por hogar, el Observatori Metropolità de l'Habitatge (O-HB) maneja un dato demoledor: el porcentaje de renta media destinada a alquiler del área metropolitana en su conjunto es el más alto de la Unión Europea (40,5%), por encima de España (32,1%) y prácticamente el doble que la media europea (24,9%), según datos de 2019 expuestos en este informe del O-HB de 2020.

"La capacidad de Barcelona de acoger demanda de alquiler es limitada y eso explica el proceso de absorción por parte de los municipios metropolitanos", señala Jordi Bosch, director del O-HB. En opinión de Bosch, el litoral y el turismo que la demarcación barcelonesa acapara son, en esa dinámica de tensión metropolitana, factores determinantes que se suman al incremento de la demanda de alquiler en los últimos años. No obstante, desde el Sindicat de Llogateres apuntan que la mayoría de estas personas intenta buscar vivienda en su barrio o ciudad.

Según el cruce de datos de precio medio del alquiler y renta neta anual per cápita y por hogares, sin embargo, que en una ciudad el alquiler sea más caro no implica que el esfuerzo de un vecino que alquile allí sea necesariamente mayor que en otras urbes. Un ejemplo muy claro es el de Sant Cugat del Vallès: pese a que su renta neta media anual por hogar es la más alta del área metropolitana, su proporción de renta destinada a alquiler (21,8%) es sensiblemente inferior a la de L'Hospitalet de Llobregat (26,90%), donde la renta neta se reduce a la mitad.

Metodología

Las variaciones del precio medio del alquiler en el área metropolitana de Barcelona han sido calculadas a partir de este conjunto de datos abiertos por municipios publicado por el Departament de Drets Socials, basado en la explotación estadística del registro de fianzas de alquiler de viviendas depositadas en el Institut Català del Sòl, las cuales hacen referencia a los contratos de arrendamiento efectivamente formalizados. Los datos se han cotejado con este otro conjunto de datos abiertos por municipios del Área Metropolitana de Barcelona (AMB). Para la comparativa se han tomado como referencias el precio medio del alquiler de enero a diciembre de 2017 y de enero a junio de 2022, última actualización disponible.

Por su parte, para los cálculos de qué proporción sobre la renta representa el gasto en alquiler en cada municipio metropolitano, se han cruzado los citados datos de precio medio del alquiler con los de renta neta anual, tanto individual como por hogares, disponibles en el Atlas de distribución de renta de los hogares del Instituto Nacional de Estadística (INE), basado en datos tributarios. En esta ocasión se han tomado como referencia los datos de 2020, tanto de precios de alquileres como de renta, ya que son los últimos publicados por el INE. Estos cálculos son una proyección que presupone como hipótesis que una persona alquila en la misma ciudad en que reside y, por tanto, declara su renta.

Desde el Observatori Metropolità de l'Habitatge (O-HB) precisan que los datos de renta neta individual resultan aptos para medir sobre todo el esfuerzo de un arrendatario a la hora de acceder al mercado del alquiler. La renta neta por hogar, sin embargo, está enfocada a "evaluar el poder adquisitivo a partir de datos de viviendas ya existentes", apuntan fuentes del O-HB. Desde el Institut d'Estudis Regionals i Metropolitans de Barcelona (IERMB) también matizan que "al tratarse de una media, se pierde el detalle de cuánto gasta cada hogar en función de su renta, por eso nosotros usamos de referencia la Encuesta de condiciones de vida", no disponible por ciudades metropolitanas.

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