El porqué de las primeras lágrimas de la nueva reina de Dinamarca, Mary Donaldson

A Mary Donaldson, recién coronada como nueva reina de Dinamarca tras la abdicación de la reina Margarita se le vio llorar en la ceremonia de coronación de su esposo Federico X cuando el conocido Coro Nacional Danés de Niñas entró a la sala Folketing y entonó la canción 'Nací en Dinamarca'.

Mary Donaldson, una abogada australiana en el trono de Dinamarca

Durante un discurso en 2017 en la Cumbre de la Industria Danesa en la Ópera de Copenhague, la entonces princesa heredera explicó qué significaba exactamente esa canción para ella.

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"Es más que una canción", dijo. “Es una declaración de amor por Dinamarca, por la historia, por la lengua, por la cultura, por el paisaje. Una canción de amor que incluso yo, aunque no nací en Dinamarca, puedo sentir en lo más profundo de mi corazón. Y sé que no es necesario nacer en un país para sentirse como en casa”, sentenció en aquel entonces la australiana.

La primera tarea oficial de la pareja real en su nuevo cargo fue asistir al parlamento danés donde Federico rindió homenaje a su madre, Margarita II, y se comprometió a hacer todo lo posible para cumplir con las responsabilidades del trono tras ser proclamado nuevo monarca del país.

Dinamarca, la monarquía más vieja de Europa

Mette Frederiksen, la primera ministra danesa, elogió al nuevo rey como un “verdadero danés y un verdadero cosmopolita” cuyos viajes alrededor del mundo habían “abierto puertas que de otro modo estarían cerradas”.

En un breve mensaje del rey leído por Frederiksen, Federico dijo que "el amor de su madre por todo el reino ha sido correspondido y le debemos nuestra gratitud a la reina".

Margarita, de 83 años, se convirtió en la primera monarca danesa en dimitir por voluntad propia desde el siglo XII, cuando abdicó después de 52 años en el trono.

Mary de Dinamarca, todo al blanco en su proclamación como reina

Mary Donaldson, de 51 años, vistió un conjunto de falda y blusa azul marino con tacones, bolso de mano, guantes de cuero y un sombrero de plumas a juego durante la ceremonia, mientras que su marido lució un traje.

Los reyes, que se conocieron en Sydney en el año 2000, fueron recibidos con entusiasmo por el público danés el domingo, con unas 300.000 personas haciendo cola frente al Palacio de Christiansborg y en las calles de Copenhague para presenciar la sucesión.

Pero el nuevo reinado del rey ya ha alborotado algunas plumas en su tierra natal, después de romper con la tradición de excluir cualquier mención de Dios en su lema real: “Unidos, comprometidos, por el reino de Dinamarca”.

Federico X de Dinamarca, un rey con un largo historial de escándalos y líos de faldas

Federico ya ha dejado claro en el pasado que la religión no juega un papel importante en su vida, llegando a afirmar en 2017 que “le resulta difícil creer que un hombre con una gran barba esté sentado en las nubes”.