Rebeldía absorbida

30 años del 'grunge': los 6 iconos estéticos del movimiento

El desprecio que mostró el 'grunge' por la moda fue absorbido por la gran industria, que convirtió el fenómeno en la megatendencia de los noventa

Una foto de archivo de Kurt Cobain y Courtney Love.

Una foto de archivo de Kurt Cobain y Courtney Love.

Mireya Roca

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En 1991 el fenómeno ‘grunge’ o sonido de Seattle invadió la música y la forma de vida de toda una generación. El desencadenante fue el segundo disco de Nirvana, Nevermind, de cuyo lanzamiento este viernes se cumplen 30 años. Fue un hito que cambió el curso de la música popular moderna. 

Gracias a la canción ‘Smells like teen spirit’, convertida en himno generacional, la banda liderada por Kurt Corbain le robó a Michael Jackson el puesto número 1 de la lista Billboard, marcando un salto en la música contemporánea, así como el (breve) triunfo del rock alternativo sobre el pop.

A partir de ese momento, Cobain se convirtió en mesías del movimiento ‘grunge’ e icono de toda una generación. La banda de Seattle dio voz a un desencanto desgarrado, una forma de existir que se tradujo en una estética.

Contra el capitalismo y el glamur

‘Grunge’ es un término anglosajón que se podría traducir como mugre. La estética de este movimiento, más que género musical, iba en contra del capitalismo y el glamur.  

El mensaje de disconformidad con el sistema y el desprecio por la estética calaron de tal manera que, paradójicamente, dieron lugar a una moda masiva basada en la informalidad y el desaliño. Tan pronto como en 1992 lo que había nacido como antimoda subió a las pasarelas de moda, convirtiéndose en la megatendencia de los 90. Apropiacionismo cultural, se llama: de un fenómeno 'underground' por parte de la gran industria de la moda.

En 1992, Marc Jacobs, diseñador de la firma Perry Ellis, incorporó la atmósfera ‘grunge’ con tejidos de lujo, propuesta que logró un tsunami de ovaciones y que le valió el premio al diseñador del año del Council For Fashion Designers of America (CFDA). A partir de entonces, otros creadores de primera fila como Calvin Klein, John Galliano, Versace, Dries van Noten, Saint Laurent, Martin Margiela y Anna Sui apostaron fuerte por este estilo, que hoy sigue presente.

Estos son los cinco imprescindibles de la moda 'grunge':

Greñas y maquillaje corrido

Sin duda, Kurt Cobain y su mujer, Courtney Love (San Francisco, 1964), son los iconos del ‘grunge’, convirtiéndose en una de las parejas más influyentes de la época.

El vocalista de Nirvana protagonizó la portada de la revista ‘The Face’ en los 90, con sus simbólicas greñas, un vestido de flores, raya en el ojo y cigarro. A partir de entonces, los hombres se dejaron los cabellos largos y alborotados, así como se decantaron por un aspecto demacrado y un maquillaje sin orden con ojos ahumados y manchados con delineador negro.

En el caso, de la eterna viuda de Cobain, conocida como la niña mala de la industria, en su polémica carrera musical frente a Hole, uno de los grupos que lideraba la revuelta feminista, se convirtió en un confalón de la imagen siniestra, marcada más por sus problemas con las drogas fuera del estudio de grabación.

Su cabello enredado y cardado, sus párpados salpicados de sombra y sus labios manchados de carmín potenciaban una caótica imagen de muñeca rota, con ciertas similitudes a la estética gótica. Junto a sus vestidos de inspiración lencera con el sujetador negro a la vista, popularizó el estilo ‘kinderwhore’ en los 90.

Camisetas de bandas de música

Winona Ryder, nominada al Oscar en dos ocasiones, fue la indiscutible madrina del ‘grunge’. Fan de las camisetas estampadas con grupos musicales, la actriz paseaba por las alfombras rojas vistiendo camisetas de sus artistas favoritos, entre ellos The Clash, Leonard Cohen y Tom Waits, con zapatos planos, desgastados 'jeans', chaquetas de punto de la abuela y abrigos desestructurados de terciopelo raído.

Camisas a cuadros estilo labrador y sudaderas 'oversize'

Keanu Reeves y Johnny Depp marcaron el estilo de la década de 1990 con un vestuario muy próximo al ‘grunge’. La realidad es que en el caso de Depp nunca ha sido fanático de la moda, pero siempre ha sido fiel a una imagen atemporal con tintes rebeldes.

Además de lucir como nadie su salvaje melena, sus vaqueros a pedazos y sus estilosas chupas de cuero envejecido, Depp se decantó por las camisas XXL a cuadros, al estilo leñador. Mientras que su colega tenía una especial predilección por las suderas holgadas con cierto aspecto siniestro.

Chupas de cuero envejecido

A principios de los 90, Kate Moss se consagró como la musa del ‘grunge’ gracias a la fotógrafa y modelo británica, Corinne Day, que fichó a la supermodelo para una sesión de fotos en blanco y negro para la revista ‘The Face’. Un reportaje que impactó a la industria de la moda y que redefinió la estética de la época como ‘realismo sucio’. A partir de ahí, todos los diseñadores se rifaban a Moss y la joven protagonizó las campañas más transgresoras del momento.

 Sin embargo, además de su innegable belleza, la británica tenía una controvertida personalidad que encajaba con el lema del ‘grunge’, por lo que fuera de los focos, siempre apostaba por sus vaqueros rotos, camisetas deformes y su pieza favorita; la chupa de cuero desgastado, un clásico del guardarropa y que hoy ha pasado a llamarse cazadora ‘vintage’.

Las míticas Converse Taylor Chuck

A principios de los 90, un adolescente Leonardo DiCaprio, antes de lucir los impolutos trajes de Giorgio Armani, disfrutó del calzado ‘grunge’ por excelencia, las míticas Converse All Star. Unas zapatillas deportivas que se convirtieron en un emblema de rebeldía e independencia.

Kurt Cobain no salía de casa sin ellas y las popularizó de tal forma que en 1994 la marca decidió sacar una edición limitada inspirada en el líder de Nirvana, con motivo del centenario de la firma. 

Este mítico diseño se fabricó por primera vez en 1917, cuando el creador Chuck Taylor modificó el calzado anterior, buscando un mayor confort para jugar al baloncesto.

Botas Dr. Martens y medias rotas

Las botas Dr. Martens fueron el otro calzado oficial de la década de los 90. A pesar de que se habían impuesto en distintos movimientos contraculturales británicos anteriores, Nirvana y Pearl Jam fueron los responsables de aumentar la facturación de la compañía inglesa en EEUU.

Numerosas celebridades como Madonna, Drew Barrimore, Jennifer Finch y Alanis Morissette, entre otras muchas, calzaban estas resistentes botas nada femeninas y típicas de los obreros, que iban acompañadas de calcetines o medias rotas de rejilla negra.

De hecho, la célebre marca lanzó la colección Redux Grunge 1993/2018, un homenaje al movimiento 'grunge' de los 90, y en especial al diseñador estadounidense Marc Jacobs. De forma constante figuran entre las tendencias más punteras, y este otoño 2021 han resurgido con más fuerza que nunca.

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