Kanye West, de rapero a predicador

Tras su conversión al cristianismo, el rapero Kanye West, el marido de Kim Kardashian, se ha hecho un serio propósito este año: ejercer mucho más su faceta de predicador y propagar sus sermones 'cool' a su mayor gloria por todo el mundo. Según ha anunciado el portal 'TMZ' con un fotomontaje en el que West aparece con una cruz en el pecho y unos devotos detrás, tiene planeado volcarse en un 'tour' mundial este 2020.

La intención es internacionalizar sus ya célebres servicios dominicales y compartir sus enseñanzas e inquietudes en varios puntos del planeta. Se trata sin duda de un "proyecto ambicioso" que, según informa 'TMZ' comenzaría con una serie de recitales espirituales en distintos países de África. Luego seguiría por Europa. El rapero, que acostumbra a aderezar sus fotos en Instagram con mensajes como 'God is good' (Dios es bueno), está promocionando su disco 'Jesus is king'.

Y es que desde hace unos años la religión se ha convertido en un elemento de suma importancia en la vida del músico, productor y diseñador nacido en Atlanta (Georgina) hace 42 años. Empezó con sus sermones en su casa de Los Angeles, en el jardín de su inmensa mansión de Hidden Hills, valorada en 60 millones de dólares, después fueron parte de una gira por varias ciudades que algunos testigos presenciales consideran promocional en toda la regla. "Esto es lo más parecido a una actuación musical de altos vuelos disfrazada de religiosa", ha explicado algún asistente.

Son encuentros a los que se asiste previa invitación y en ellas se hace acompañar por un coro góspel en el que todos sus componentes visten de blanco. Es el mismo coro con el que ha grabado su último disco, 'Jesus is Born', plagado de referencias bíblicas, y con el que anuncia una película en 3D. En torno a esto esto, en lugar de sotanas negras, hay camisetas, sudaderas, gorras, mochilas y calcetines bajo la firma registrada Sunday Service. Varios medios aseguran incluso que el músico, que sufre trastorno bipolar,  ya no está interesado en hacer giras musicales con sus músicos habituales. 

Desencatado también de sus coqueteos con la política –"me sentí utilizado por Donald Trump"–, el intérprete de hip hop y empresario de moda con la firma Yeezy, dice haber encontrado en la fe una forma de dejar atrás los muchos problemas que le han complicado la vida en el pasado. "La religión es una buena alternativa a los opiáceos", suele predicar. "La lujuria era otros de esos problemas", añade. En este sentido, se ha vuelto un marido mucho más conservador, que mira con otros ojos a su esposa, la exhuberante Kim Kardashian: "Siento que acabo de completar una transición en la que he pasado de ser un rapero que mira a todas las mujeres a ser un hombre que mira a su mujer y se pregunta por qué necesita ella ir enseñando su cuerpo de esa manera a todo el mundo. Para mí un corsé ahora es ropa interior".

De hecho, en la última temporada del 'reality' 'Las Kardashian' se aborda la cuestión de los celos. Uno de los episodios recoge una discusión de pareja sobre el vestido excesivamente ajustado que llevó Kim Kardashian en la gala del MET celebrada el pasado mayo. El diseñador Thierry Mugler, retirado desde hacía dos décadas, creó un vestido híperceñido color 'nude' especialmente para ella, que estuvo pendiente de su confección durante meses. Quería epatar, como siempre. Y su imagen apareció en todo el mundo. 

"Eres mi mujer y me afecta cuando sales demasiado sexy en las fotos", insistía West, y Kardashian, empresaria al fin y al cabo, zanjaba entonces: "Tú me ayudaste desde el principio a construir esta imagen de persona sexy y segura de sí misma. Y solo porque ahora mismo estés en un viaje espiritual que te está transformando como persona no significa que yo tenga que estar en el mismo lugar contigo".

Kim, de todas formas, no tuvo reparos, en bautizarse junto a tres de sus cuatros hijos durante su viaje a Armenia, país de su familia paterna, a principios de octubre pasado. La mayor de los hermanos, North West, ya había sido bautizada en 2015 cuando ella y sus padres viajaron a Jerusalén.