BARCELONA BRIDAL FASHION WEEK

A Reem Acra le gustan las novias princesa

La diseñadora libanesa inunda el Museu Marítim de novias con vestidos de baile, coronas y velos

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Luis Miguel Marco

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Hay algo que chirría en el discurso de la diseñadora libanesa Reem Acra, la apuesta extranjera de esta semana de las novias, que la noche del jueves debutó en Barcelona, y en Europa, con los vestidos que dibuja y sueña en su taller de Nueva York. Por un lado hablaba de "empoderamiento" de la mujer e instaba a que sus modelos defendieran sus trajes, unos 30 en total, "como si fueran fuertes y poderosas, mujeres únicas".

Y de acuerdo, el mensaje es perfecto. Pero después, en el pase, con música de Kylie Minogue, lo que vimos, una y otra vez, fueron réplicas románticas y sensuales, "de reina por un día" cita textual. Una reiteración de vestidos de corte princesa, a cual más apabullante. Trajes 'ball gown' o vestidos de baile con el hombro al descubierto que quedan de maravilla en las fotos. Y para que no hubiera malentendidos, algunas de las modelos desfilaron rematadas con una corona dorada.

Para romper tanta sucesión de tules y de aplicaciones de flores, Reem Acra –que por cierto comentó que se casó con lo puesto, sin artificios– se atrevió con un vestido azul que algún comentario malicioso calificó como de la Frozen novia. Un vestido azul que parecía salido directamente de Eurodisney París. Por suete también desplegó algún vestido no tan de cuento, con bordados y transparencias. También presentó un vestido cuajadito de perlas brillantes. Y otro que recordaba directamente a una princesa salida del Medievo. También otro rematado con volantes que tenía un cierto aire mediterráneo. 

Todas sus novias portaban ramas floridas, ramos de lavanda y hasta algún pájaro embalsamando sobre una rama. Y también velos de todo tipo, algunos cortos y otros larguísimos y rematados con encaje pleatado. Otro de los elementos que salpican su colección son pequeños lazos plateados que coloca en los escotes y a modo de cinturón.

Había mucha expectación por ver este desfile, que congregó a más de mil invitados y comenzó con una hora de retraso. La simpar y dicharachera Tarama Falcó, recién llegada de Miami de ver a sus sobrino –"son lo más"– y el diseñador Juan Avellaneda fueron los invitados de relumbrón. La sala del Marqués de Comillas del Museu Marítim de Barcelona lució eso sí preciosa –todo el mundo se hacía selfis y posaba entre las columnas–, con una especie de jardín inglés decadente, con naranjos, limoneros y alguna escultura de angelote, acertada obra del paisajista sevillano Fran Cisneros. 

La diseñadora que ha vestido a miembros de la realeza y a un buen ramillete de aristas, de Beyoncé a Angelina Jolie pasando por Catherine Zeta Jones, Jennifer Lopez, Taylor Swift, Halle Berry y Melania Trump, se fue satisfecha. Sus novias tienen cuento para largo.