El caballero las prefiere rubias

Los chismorreos de Hollywood han empezado a tañir las campanas de boda para uno de los hombres que hasta ahora parecían más reacios a renunciar a su envidiada soltería. Leonardo DiCaprio, el caballero que las prefiere rubias y si puede ser modelos, al parecer ha pedido matrimonio a Kelly Rohrbach, una belleza genuinamente americana, longilínea, de sonrisa deslumbrante y por supuesto dueña de una larga melena dorada, como todas las novias que se le han conocido al actor. Gisèle Bundchen y Bar Refaeli han sido las más famosas y duraderas.

Leo ya no es un chaval -el mes que viene cumple 41 años- pero nunca ha tenido prisa por retirarse de las calles y entregarse a la paz de un hogar conyugal. Según noticias destiladas esta semana por los enterados de los amoríos de los famosos, DiCaprio y Rohrbach cenaban en un restaurante italiano de Nueva York, bebían vino tinto y, al arrullo de las confidencias, él le pidió que pasaran juntos el resto de sus días, sugerencia que ella remató con un beso, lo cual parece un sí. Así lo recogieron E! News y OK Magazine citando a un amigo de la pareja. «Él no lo había planeado, simplemente surgió», dijo la fuente, que añadió que el arrojo del intérprete de Titanic se vio movido por la «conexión intelectual» que ha surgido entre ambos, pese a que salen desde hace solo cuatro meses. El interés común por el «calentamiento global» y «la lucha contra la pobreza» ha unido sus corazones, según desveló el informante.

De él, fantástico actor y reconocido calavera, se saben muchas cosas desde que asomó en las pantallas por primera vez hace ya más de dos décadas. Incluso se sabe que tal vez esté más cerca que nunca del Oscar, que se le resiste más que una mujer morena, gracias a su papel en El renacido, película aún no estrenada y dirigida por Alejandro González Iñárritu. Kelly

Rohrbach es, en cambio, una recién llegada al papel cuché. Tiene 25 años y cuatro hermanos, es de Connecticut y su familia regenta un gran negocio de distribución de pescado y marisco en Pittsburgh. Graduada en teatro por la Universidad de Georgetown, ha estudiado interpretación en Londres y ha aparecido en breves papeles en algunas series, como Dos hombres y medio. También es una excelente jugadora de golf. Su pico de fama -antes de que se supiera que va del brazo del bello Leo, claro- llegó de la mano del número anual dedicado a los bañadores de la revista Sports Illustrated, donde Kelly fue considerada «la novata del año». Le quedan bien los bañadores, y lo sabe, como demuestra su cuenta de Instagram.