FIESTA EN EL HOTEL CONDES DE BARCELONA

Serrat y Sisa celebran los 80 años del Boadas

Joan Manuel Serrat, ayer, en la fiesta del 80º cumpleaños de la coctelería Boadas.

Joan Manuel Serrat, ayer, en la fiesta del 80º cumpleaños de la coctelería Boadas.

SERGIO SILVA
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Impecablemente trajeados, de negro y derrochando clase y elegancia, los veteranos bármanes de la coctelería Boadas, la más antigua de Barcelona, celebraron ayer junto a sus fieles clientes el 80º aniversario del emblemático establecimiento. Por el gran salón del hotel Condes de Barcelona pasaron figuras del mundo de la cultura y representantes de la sociedad barcelonesa, entre ellos Joan Manuel Serrat y Sisa, ambos clientes habituales de la coctelería. «La materia prima es excelente y los operarios, fantásticos», elogió Serrat, que calificó la celebración de «fiesta de amigos».

Miguel Boadas, catalán nacido en Cuba que había trabajado en el mítico Floridita de La Habana, inauguró el local barcelonés en 1913 en la esquina de calle de Tallers con la Rambla. Ahora es su hija, Maria Dolors Boadas, la que lleva el negocio y la que ofreció ayer a los invitados una barra libre con los combinados estrella del bar. Elaborados siguiendo la receta original, los dry martini, los mojitos, los daiquiris y el resto de cócteles de la extensa carta se sirvieron acompañados por los snacks típicos de la casa. El que triunfó más fue el de caviar frutado de fresa, yuzu, frambuesa, menta y violeta.

Conservando su decoración original al más puro estilo años 30, parece que por la coctelería Boadas no pase el tiempo. Quizá sea por su majestuosa barra de madera, por la colección de cuadros que decora las paredes o por el ambiente familiar, lo cierto es que Boadas es uno de esos establecimientos que ha conseguido mantener su autenticidad.