CANTANTES DE TRADICIÓN

Historias de habaneras en la playa de Calella

EL PERIÓDICO reúne a los protagonistas de la cantada del sábado

MARINA MUÑOZ BENITO
CALELLA DE PALAFRUGELL

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Ser uno de los protagonistas de la tradicional Cantada d'Havaneres de Calella de Palafrugell, que se celebrará el sábado, es un motivo de orgullo y un reconocimiento que está a la altura de pocos aficionados de este canto de taberna que, originario de Cuba, arraigó con fuerza hace un siglo en la Costa Brava y ahora está más vivo que nunca. «Es lo máximo a lo que uno puede aspirar», reconocía el lunes, en la taberna Can Batlle -donde nació la cantada, en 1966-Ramón Bordes,del grupo de habaneres Boira y uno de los protagonistas del próximo disco que se pondrá a la venta con EL PERIÓDICO. Junto a Arjau, Port-Bo y Bergantí, forman el cartel de esta edición, en la que no faltarán las canciones deLa bella lolayEl meu avi, dos clásicos que todos entornaran al unísono y que será el colofón de la jornada.

«Nuestro caso es curioso, somos de Lleida, del interior. La habanera era un mundo muy desconocido allí y ahora ya empieza a haber afición», explicabaBordes,que lleva más de un cuarto de siglo en la música. «Primero, en La Fuliola; luego, con el grupo Pa Torrat y ahora con Boira», explicó ayer.

CON SENTIMIENTO / «Cada año que vamos a la cantada es como si fuera el primero y lo vivimos con la misma emoción», comentabaPere Margall.Con 65 años y jubilado, este integrante del grupo Bergantí, de Malgrat de Mar, empezó su relación con la música en la mili y posteriormente entró en la coral de excursionistas de su pueblo. «Es algo que se lleva dentro, pero la habanera es para gente muy sencilla, no somos profesionales, todos somos trabajadores o jubilados», añade. Esta será la octava vez que pise el escenario de Calella de Palafrugell.

Jordi GrauyJordi Rubau,dos de los miembros de Arjau, son, con 35 y 34 años respectivamente, los participantes más jóvenes de esta edición, que espera congregar a más de 30.000 personas. «Empezamos con 17 años, con la coral Nit de Juny, luego pasamos por Els Cremats y, con el objetivo de volver a los inicios de la habanera de Calella, fundamos Arjaru en 1997», exponeGrau,que asegura que, tristemente, no se puede vivir de ello.

En este encuentro previo a la cantada -que marca el inicio de la temporada de verano en Calella, Palafrugell, Llafranc y Tamariu-, los cantantes aprovecharon para reivindicar este género marinero. «Nos gustaría que se tomara en serio la habanera, está mal tratada por las instituciones. Nos sentimos ignorados», señalóMineu Ferrer,integrante de Port-Bo, el grupo participante más antiguo, nacido en 1967. Recientemente, han estado de gira en Japón.