NUEVA VERSIÓN DE UN CLÁSICO DEL CINE DE MIEDO
Chloë Moretz, una menor para revivir a 'Carrie'
Acaba de cumplir 15 años y ya tiene una reputación.Chloë Moretz, georgiana de Atlanta y neoyorquina de adopción, fue confirmada ayer como la protagonista de la nueva versión de Carrie,un clásico del cine de miedo que en 1976 convirtió en superfamosa a Sissy Spacek.Todavía le falta aMoretz para llegar a la mayoría de edad, pero cuenta con un currículum potente y de lo más prometedor. Entre otros papeles de menos repercusión, ha intervenido en La invención de Hugo(el 3D de Martin Scorsese) y en el remakeamericano del gran éxito sueco Déjame entrar, donde encarnó a la niña vampira. Antes, ya había revelado sus dotes de niñata tremenda enKick Ass,cómic trasladado a película.
Carrie,basada en una novela deStephen Kingy dirigida porBrian de Palma,pasó a la posteridad como una de las cimas del terror ante una pantalla. La nueva versión la dirigirá Kimberly Peirce(Boys don't cry), quien se decantó porMoretztras haber descartado a otras candidatas al papel, entre ellas Dakota Fanning, Haley Bennett yLily Collins.La jovencísima Moretz,que hará con 15 años un papel que Spacekinterpretó cuando tenía 27, no tardó en proclamar su euforia. «¡Nunca en mi vida he sido más feliz! Gracias aKim Pierce por darme la oportunidad de mi vida. Jamás lo olvidaré», escribió en el consabido tuiteo.
- El de la Policía Nacional para los robos en las viviendas: "Si los ves, no toques nada
- Comprobar si mi número de La Grossa de Sant Jordi 2024 tiene premio
- ¿Dónde se baila en Barcelona a partir de los 40 años?
- El primer gran 'beach club' de Barcelona abrirá en junio: así será su oferta
- Pedro Sánchez, en directo | comparecencia y última hora de la posible dimisión
- Alerta de la Policía Nacional sobre una estafa que puede afecta a miles de personas
- Primera sentencia de un TSJ que aplica la doctrina europea y obliga a hacer fijo a un interino en fraude
- Un juzgado de Barcelona concede una incapacidad absoluta a una vendedora con fibromialgia y agorafobia