EL NUEVO INDOCHINE TIENE EN SU INTERIOR UNA CASA TAILANDESA, LAGO, MIL ORQUÍDEAS Y ÁRBOLES TROPICALES

El chef Ly Leap mete la jungla en un restaurante

PAU ARENÓS
BARCELONA

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La jungla, en el número 82 de la calle de Muntaner, esquina frondosa con Aragó. En ese punto del callejero,Ly Leap,nacido en Camboya en 1962, ha construido, durante un año ingrato, un santuario de la cocina asiática desbordado de verde. Indochine Ly Leap, para diferenciarlo del Indochine original --que es ya una inflamación de flores-- de la calle de Aribau. Solo faltan los elefantes vivos, prohibidos por alguna ordenanza municipal. Indochine abre esta noche con una fiesta, cierra mañana y reabre el miércoles para todos los públicos, incluso para esos elefantes que perfeccionarían la decoración.

Lycompró una cabaña en Tailandia, la desmontó madero a madero y la ha armado de nuevo con un afán entre lúdico y antropológico en este bajo de 730 metros cuadrados. "Estás loco, loco", le gritan los amigos. La casa ocupa el lugar central del comedor, que no se parece a ningún otro. Acodadas en las ventana, las clientas se sentiránCatherine DeneuveenIndochina.Mil orquídeas, que llegaron el miércoles, acariciándoles el pelo. Cercando la construcción, agua, agua, estanques, pozas, cascadas, un lago de bolsillo. Cuidado con meter la pata --de elefante-- en una de las marismas.

LOS ELEMENTOS

Una roca de 2.387 kilos --la ha pesado, ni uno más ni uno menos-- recibe al comensal. ¿Por qué? "Hemos representado cinco elementos. Fuego. Agua. Madera. Metal. Tierra", enumeraLy. Seis: la roca, que es la vinculación, profunda, solemne, pesada, con el suelo.

En las paredes, tallas de maderas, figuras sinuosas que pudieran haber estado en los templos de Angkor. Intriga y vegetación. El chef se niega a desvelar si son antiguas o contemporáneas. ¿Se ha citado aLysolo como chef? Somera descripción: florista, jardinero, decorador, diseñador, y costurero que da puntadas a las cortinas de hilo del pabellón. Esas mismas puntadas con las que cosido una biografía fortuita.

La barra de tamarindo sinuosa como una boa, los troncos acuáticos, bambúes con el grosor de la cabeza de un niño, mangos "que ya están brotando", un parquet fabricado con "teca antigua procedente de casas de Tailandia e Indonesia", un árbol de durian (de donde colgará la más cara y nauseabunda de las frutas, prohibida en muchos lugares por la fetidez), mangostán, palmeras, mesas de palo rosa, un ficus religioso que 18 personas tuvieron que cortar para meterlo en este interior.

Se ha escrito sobre el agua, la madera y la tierra. Falta el fuego y el metal, la cocina, espacio rectangular de cristal desde dondeLyvigila y es vigilado. "Ha sido mucho tiempo batallando. Después de 25 años en Barcelona me toca trabajar en condiciones", expresa con una sonrisa enroscada.Lyes flaco --esta obra accidentada lo ha ahilado más--, irónico y calza botas o zapatos de punta, intrigantes. Hijo de un comerciante camboyano, tuvo que abandonar un país en guerra, que dio una cosecha de un millón de cadáveres.

MENÚ Y BIOGRAFÍA

Refugiado en París, estudiante de medicina, empleado en un despacho de abogados, costurero clandestino, falso chino en Barcelona, reinventado como cocinero y florista prodigioso --"aprendí de mi abuelo"--, ofrece una cocina de Tailandia, Camboya y Vietnam que lo emparenta con los grandes chefs asiáticos de Europa. Sopa de almejas, caviar de lima, inspirada en eltom yunagripicante. Mejillones con ensalada de ajo, jengibre y coco tostado. Rollo al estilo Saigón. Oblea, ¡bestial!, de pato Pekín: un hallazgo. Brocheta con langostino, vinagre de coco y lima. Algas tostadas encerrando una vieira. Cordero envuelto en hojas con salsa de ciruelas. Un inesperado, también por el orden en el menú, prensado de verduras. Flan de coco. Picante, ácido, refrescante, dulce, amargo. Autobiografía deLy.Una tarde en la selva.

En la cocina ha depositado un templo de la buena suerte, "dedicado al dios de la tierra". Juguete chino de plástico. Es una superstición muy recomendable.