Un cambio de imagen

Oh Bo alcanza su quinto aniversario con cambios estéticos y filosóficos

Huevo poché con parmentier trufado y setas de temporada

Huevo poché con parmentier trufado y setas de temporada

ALBERTO GONZÁLEZ / Barcelona

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A veces ser un adelantado a tu tiempo conlleva cierta incomprensión. Eso es lo que posiblemente le pasó a Oh Bo, según su director, Antón Brufau, propietario del establecimiento. “Cuando inauguramos el restaurante, hace cinco años, nos pusimos el listón muy alto para intentar ser 100% ecológicos. Y quizás el público no estaba preparado para ello, porque equiparaban ecológico con aburrido. Y para nada es así”. Ahora, con un lustro de experiencia, el establecimiento de la zona alta de Barcelona prefiere cambiar un poco su estrategia de comunicación. “Seguimos siendo intentando cocinar todo lo posible con producto ecológico, pero sin ser tan estrictos. Paralelamente, ponemos el acento en el producto de mercado y proximidad, de primerísima calidad, que intentamos manipular lo justo, para respetar su sabor y propiedades”: frutas y verduras recién traídas de la huerta, huevos ecológicos, pescado de lonja y carne de ternera 'eco' de Cal Tomàs (Pallars Jussà).

Coincidiendo con este quinto aniversario, Oh Bo también ha perseguido un cambio decorativo en el interior del negocio, para aumentar en calidez e intimidad, especialmente en la franja nocturna. Mientras que por el día se mantiene conectado al exterior, por la noche se transforma en un espacio muy acogedor gracias a las cortinas, a la tenue iluminación y las velas. La responsable de este lavado de cara es la interiorista Isabel López Vilalta, quien ha optado por conservar algunos elementos identitarios del local (como el uso del hierro o la madera escasamente tratada) e incorporar otros nuevos, como los grandes bastidores tapizados que, con motivos vegetales, decoran una de las paredes.

La carta

El jefe de sala explica, a través de un entrante, cómo la simplicidad y el respeto al producto son una de las principales señas de identidad de Oh Bo: “Aquí tenemos un plato sencillísimo, un pisto hecho con las verduras que el payés nos trae del campo, que luego enrollamos en calabacín, y colocamos sobre una crema que va variando según los productos de temporada”. Otros entrantes que les funcionan bien son los rollitos vietnamitas rellenos de gamba, tofu y alga wakame (se acompañan con diferentes salsas, como la 'sweet chili' o la de cacahuete y 'hoisin') o la burrata artesana.

Entre los platos principales destaca el  huevo poché al vino tinto con parmentier trufado; el pulpo cocido a baja temperatura sobre cama de patata horneada, acompañado de una salsa de ajo negro y tinta de calamar; el ceviche de corvina; el 'steak tartar' a la 'parissienne'; el tartar de salmón con manzana, aguacate y gengibre o el rosbif con salsa tártara y chips de yuca. Asimismo, destacan las pastas (ravioli 'caprese' con pesto; 'fetuccine alle vongole'; 'rigatoni alla bolognese'), que se acompañan de los caldos de su bodega, rigurosamente seleccionada.

Además, a excepción de los helados, todos los postres son artesanos. Basta probar el espectacular 'carrot cake' o la 'panacotta' de Bailys para comprobar la buena mano del pastelero.