El Atlético se crispa por su tercer empate seguido en casa

Tercer empate seguido del Atlético en casa en cuatro partidos disputados. La impotencia por no saber batir al Athletic (0-0), como tampoco supieron superar al Villarreal (2-2) y al Oporto en la Champions (0-0), acabó con los jugadores rojiblancos crispados, enfadados consigo mismos y, como suele habitual también, con el árbitro. El Elche, en la inauguración de la Liga, es el único visitante que ha sucumbido en el Metropolitano.

Solo faltó que Gil Manzano pitara el final cuando un balón volaba hacia Carrasco en un ataque colchonero para que el Atleti, en su colectividad, explotara, aunque se habían producido ya varios episodios de enfado. Los más visibles se sucedieron a partir de la expulsión de Joao Félix por dos tarjetas.

Todo escrito en el acta arbitral

El delantero se escapaba solo en el centro del campo pero fue agarrado. En su intento de seguir en carrera, lanzó el brazo atrás y golpeó a Vencedor. Gil Manzano sacó la amarilla al portugués que, incrédulo, increpó al árbitro llamándole «loco» y llevándose «el dedo índice a la sien», como se describió en el acta. Las protestas continuaron hasta el final. Gil Manzano hizo constar que le lanzaron «dos botellas de 500ml» y que el director deportivo del Atlético, Andrea Berta, le dijo: «Aquí nunca más, aquí nunca más».

Un disparo al poste de Marcos Llorente antes de la expulsión de Joao Félix había sido el canto del cisne local. La mejor ocasión llegó gracias al incansable interior derecho. Jugaron todos los delanteros, pero ninguno tuvo lucidez ni acierto para aguantar los 90 minutos, algo que parece imposible con Simeone. Iñaki Williams y Asier Villalibre disfrutaron de sendos mano a mano pero se impresionaron ante Oblak y chutaron fuera.