EL INICIO DE LA CHAMPIONS

El colosal reto de Marc Roca en el Bayern

El mediocentro es uno de los futbolistas en los que se apoya el rejuvenecimiento de la plantilla

Una lesión de tobillo ha tenido parado al exfutbolista del Espanyol casi dos meses después de renunciar a los Juegos de Tokio

Marc Roca, con la camiseta conmemorativa del noveno título consecutivo de la Bundesliga del Bayern.

Marc Roca, con la camiseta conmemorativa del noveno título consecutivo de la Bundesliga del Bayern. / EP

Joan Domènech

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Solo los elementos comunes del fútbol (pelota, portería, césped, reglas de juego…) permitieron a Marc Roca Junqué (La Granada del Penedès, 26 de noviembre de 1996) asimilar el enorme cambio que iba a experimentar su carrera hace un año. Bajó de un tren de cercanías llamado Espanyol y subió a otro de alta velocidad venido de Alemania, cuyo nombre era Bayern, que iba embalado tras proclamarse campeón de Europa y en ruta hacia el sextete. A la carrera se subió Roca el pasado mes de octubre hacia un destino que le devuelve a Barcelona brevemente para disputar la Champions y revivir el drama azulgrana.

En cuatro días mal contados se fraguó el traspaso del mediocentro perico al Bayern de Múnich, que le seguía desde 2019. Empezó la temporada con el Espanyol en Segunda. Jugó contra el Albacete y el Mallorca y entonces fue traspasado. Un mes después debutaba en la Bundesliga, en el campo del Colonia. Un año no exento de contratiempos, se diría que repleto de contratiempos, pese a los éxitos grupales, ha tardado Roca en sentirse uno más de ese tren arrollador, que llega con el empuje del 1-4 endosado al RB Leipzig.

Marc Roca se abraza a Robert Lewandowski tras un gol del Bayern.

Marc Roca se abraza a Robert Lewandowski tras un gol del Bayern. / EP

Pasó de jugar en Segunda a fichar por un Bayern que venía de arrasar al Barça en Lisboa.

"El 2-8 está olvidado"

Con jóvenes como él prepara el Bayern la remodelación de una plantilla veterana que alcanzó el cénit con el Mundial de Clubs en diciembre, igualando el sextete que solo el Barça de Pep Guardiola había conquistado (2009). Futbolistas como Dayot Upamecano (22), Josip Stanisic (21) y Jamal Musiala (18), como antes Alphonso Davies (19), Leroy Sanné (25), Lucas Hernández (25) o Benjamin Pavard (25), son el relevo generacional de la plantilla en un entrenador también nuevo y joven: Julian Nagelsmann (34 años), recién llegado este verano tras impresionar por su labor en el RB Leipzig, ante el que no se apiadó en su primer enfrentamiento del sábado.

Roca llegó empezada la competición, sin hablar una palabra de alemán y sin cuerpo para el fútbol intenso de Alemania. Sin haber hecho tampoco la pretemporada en un equipo que llevaba meses de competición y había arrasado por el camino al Barça en Lisboa. “Aquí en Múnich el 2-8 está olvidado, pertenece al pasado”, advierte Roca, que ya se expresa y ha concedido sus primeras entrevistas en alemán.

Aprender el idioma ha sido una de las necesidades del exfutbolista perico, aunque anteriormente pasó por el Barça sin que creyeran mucho en él; ni para ser el potencial relevo de Busquets, siendo como es mediocentro, ni se exploró su recorrido como lateral o interior zurdo. En el Espanyol creció durante 12 años.

Marc Roca, en un entrenamiento del Bayern.

Marc Roca, en un entrenamiento del Bayern. / EP

Roca ha tenido que invertir toda su dedicación para llegar a ser un día titular en el Bayern y reducir la ventaja que tenían Goretzka, Kimmich y Tolisso sobre él. Ninguno de ellos, sin embargo, tiene lo que tiene Marc: su zurda. Todavía hoy añade un suplemento de trabajo físico con un preparador particular entre tres y cinco horas semanales a los entrenamientos del equipo.

Roca debía competir con Goretzka, Kimmich y Tolisso, que partían con ventaja, pero ninguno de ellos tiene su zurda.

Renuncia a los Juegos de Tokio

Si le queda tiempo libre, lo comparte básicamente con Lucas Hernández, el único español que queda tras las marchas de Thiago Alcántara y Javi Martínez, aunque ha hecho buenas migas con Pavard y Serge Gnabry. Leer y descansar, y las charlas con un coach forman parte del aprendizaje y el sacrificio que exige el propósito de triunfar en el Bayern. “Tengo la sensación de que estoy mejorando, me veo por el camino correcto”, explica.

La primera campaña se saldó con solo seis partidos jugados de Bundesliga, dos en la Champions, dos de Copa (eliminado por el Kiel, de Segunda, en los penaltis, tras un penalti fallado por él) y dos en el Mundial de clubs. Acabada la temporada, se vio inducido a renunciar a los Juegos de Tokio por el relevo técnico con la llegada de Nagelsmann y la necesidad de dedicarse exclusivamente a preparar la segunda temporada. La mayoría de los integrantes de su quinta, de la selección sub-21 que se proclamó campeona de Europa en 2019 (Unai Simón, Mikel Oyarzabal, Dani Olmo, Fabián Ruiz, Carlos Soler…), han debutado ya en la absoluta o acudieron a los Juegos.

“Tengo la sensación de que estoy mejorando, me veo por el camino correcto”

— Marc Roca / Centrocampista del Bayern

Roca y Lucas Hernández, antes de la visita del Bayern al Mainz.

Roca y Lucas Hernández, antes de la visita del Bayern al Mainz. / EP

Sin recompensa

Él lo vio por televisión. La recompensa sigue sin llegar. Una lesión en el ligamento externo de su tobillo izquierdo a mediados de julio le ha tenido parado hasta la semana pasada. Ya se entrena con el grupo.

“Su capacidad como futbolista, sobre todo su técnica, inteligencia y verticalidad, nos enriquecerán”, destacó de él Hasan Salihamidzic, director deportivo del club, cuando le fichó. Encontró en Roca características que echaba en falta en el Bayern. Pero, a la vez, el jugador catalán necesitaba transformarse físicamente en un fútbol muy atlético: adquirir musculatura en el tronco superior y aumentar su potencia en las piernas. Primero, para ganar duelos en las disputas y, segundo, para resistir el juego vertical y de transiciones de Alemania. No solo se juega con pelota. También sin.

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